Godó entierra 46M en su aventura televisiva antes de vender 8TV

La televisión autonómica del dueño de 'La Vanguardia' nunca consiguió hacerse un hueco en el mercado

Imagen de la portada de la web de 8TV

Una imagen de 8TV

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Tras más de 20 años intentándolo, el proyecto televisivo de Grupo Godó termina. El dueño de La Vanguardia ha intentado impulsar 8TV de cualquier modo, primero siendo una televisión local y más tarde con su salto autonómico. Ha sido un camino largo, en el que ha compartido la gestión durante años con otros socios, como Mediaset, pero ahora ha llegado el momento de poner punto y final. La televisión pasará a manos de un nuevo inversor en los próximos meses.

El denominador común de todos los ejercicios ha sido el mismo: la incapacidad de hacer rentable la televisión. El grupo se despedirá como dueño de la cadena con unas pérdidas acumuladas de 46 millones de euros, de acuerdo a las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil por Emissions Digitals de Catalunya SAU, sociedad cabecera de los negocios.

Otro síntoma de la falta de perspectiva en la televisión ha sido su audiencia. 8TV, antes conocida como Citytv, ha sido incapaz de cosechar números optimistas durante los últimos años. La cadena cerró con una cuota de pantalla del 0,93% (0,64% de media anual), mejorando apenas 0,09 décimas el mismo mes del año anterior.

Del directo a las reposiciones

El motivo de los paupérrimos datos de share se han debido principalmente a la programación, que ha dado varios vaivenes. La cadena ha pasado de apostar por el directo como revulsivo para su cuota de pantalla (producción propia como Arucitys, 8aldia, Dèu n’hi dron o Encantats) a renegarse y limitarse a emitir reposiciones y contenidos enlatados.

«8TV tiene previsto continuar con la emisión de series y películas de calidad para toda la familia, lo que viene a reforzar su filosofía de buscar incesantemente nuevas formas de entretenimiento, y con el cambio de modelo de programación mejorar el resultado de explotación», explicaba la compañía en sus últimas cuentas.

Así, la mala evolución terminó viéndose en 2019, último año en el que hay cifras disponibles. La cifra de facturación de 8TV disminuyó a más de la mitad. La caída se debió a un retroceso de las ventas (publicidad) y de los ingresos por prestación de servicios.

«El importe neto de la cifra de negocios correspondiente a las actividades ordinarias de la Sociedad ha ascendido a 3.76M de euros», reconoce la compañía en su informe consolidado. La cifra supone una reducción a doble dígito (52,04%) respecto a los 7.84 millones de euros facturados en 2018.

Aventura con socios y en solitario

Los 20 años de 8TV han dado para mucho. Uno de los capítulos más importantes fue la entrada de Mediaset como accionista de relevancia y socio estratégico en abril de 2015. Desembolsó casi 9 millones de euros para aterrizar en la tele privada catalana y se hizo con el 40% de las acciones.

El propietario de Telecinco y Cuatro aseguró que el acuerdo «nos permitirá ampliar las sinergias entre contenidos y publicidad en el destacado y estratégico mercado de Cataluña, aplicando nuestro know how en la gestión de una televisión catalana hecha para los catalanes».

Un plató de Mediaset. Fuente:Mediaset

Pero la alianza duró poco. Las malas sensaciones afloraron en la primera ampliación de capital necesaria para reequilibrar las cuentas, a la que Mediaset no acudió y terminó diluyéndose frente a los accionistas que sí apoyaron la operación. Pasó a tener un 30% del capital social.

La relación terminó rompiéndose en 2017. Godó decidió recomprar la participación de Mediaset España y dar por finalizada la aventura empresarial. La ruptura se volvería a ver meses más tarde en el plano comercial, pues el dueño de La Vanguardia pasó de comercializar su publicidad desde Publiespaña (de Mediaset) a hacerlo con Pulsa Media Consulting, la otra gran comercializadora del sector televisivo en España.

Venta a un accionista desconocido

El capítulo final de 8TV se escribió hace apenas una semana. El grupo anunciaba la venta del canal al GANSO 2022, propiedad del inversor italiano Nicola Pedrazzoli, consejero delegado de Teve.cat, y de Borja García-Nieto, presidente de Grupo Financiero Riva y García.

El valor de la operación se aproxima a los 10 millones de euros, según adelantó el medio regional Nació Digital. No obstante, los términos del acuerdo todavía dependen del regulador autonómico, el Consell del ‘Audiovisual de Catalunya (CAC).

Desde las páginas de La Vanguardia, el grupo Godó reconoció que “el contexto del mercado de las telecomunicaciones y el sector televisivo han sufrido todo tipo de cambios y modificaciones que hacen que poco o nada tengan que ver con la situación actual”.

Cristian Reche

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