El Gobierno planea la destituciĆ³n del CEO de Indra para comprar ITP y contentar al PNV
Ignacio Mataix puede ser el siguiente en salir de la compaƱĆa tras la destituciĆ³n de cinco consejeros independientes, mientras que el socialista Marc Murtra acapararĆa todo el poder
La guerra de poder en Indra puede cobrarse una nueva vĆctima en las prĆ³ximas semanas. El Gobierno quiere la cabeza de Ignacio Mataix, consejero delegado de la tecnolĆ³gica controlada por la SEPI, para concentrar todo el poder en el presidente, el socialista Marc Murtra, y doblar la apuesta por el sector militar con la compra de ITP, en connivencia con el PNV y el grupo vasco Sapa, que ha aparecido por sorpresa en Indra.
Los problemas de gobernanza en la cotizada empezaron con el nombramiento de Murtra en sustituciĆ³n de Fernando Abril Martorell. A diferencia de sus predecesores, el nuevo presidente, procedente del PSC, no era un experto del sector tecnolĆ³gico. El Gobierno querĆa que su presidencia fuera ejecutiva, para tener mĆ”ximo control; aunque no lo logrĆ³, no tira la toalla.
Dichos problemas estallaron por completo esta semana, con el golpe de mano de Amber, el fondo que preside el empresario armenio Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, grupo afĆn al Gobierno de Pedro SĆ”nchez. Aunque solo tiene el 4% de Indra, Amber forzĆ³ la salida de cinco consejeros independientes, pues a su demanda se sumaron la pĆŗblica Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), primer accionista de Indra con el 25%, y Sapa, que tiene el 8%.
La CNMV ha preguntado a la empresa por las salidas de consejeros independientes e investiga si ha habido connivencia entre estos tres accionistas, lo que podrĆa considerarse ilegal y obligarĆa a la SEPI a lanzar una opa por el 100% de Indra, al entender que ha actuado como tenedor de mĆ”s del 30%, porcentaje que no se puede superar sin presentar una oferta pĆŗblica de compra de acciones.
SegĆŗn fuentes cercanas a la compaƱĆa, detrĆ”s de estos movimientos se encuentra la intenciĆ³n de Moncloa de apostar por el sector militar, en el que ya trabaja, mĆ”s decididamente y retomar la compra de ITP Aero, empresa por la que ya pujĆ³ hace dos aƱos pero que no logrĆ³ adquirir. Los consejeros independientes habrĆan mostrado dudas de la apuesta y ademĆ”s, el Gobierno no los consideraba afines.
Ahora, Indra trabaja para sustituir a los independientes hasta llegar al 50% del consejo, que deberĆ”n ser propuestos por la comisiĆ³n de nombramientos del consejo y aprobados por el mismo consejo. Pero las mismas fuentes aseguran que buscan perfiles cercanos al Ejecutivo de SĆ”nchez. La CNMV, que estĆ” a la espera de recibir la informaciĆ³n requerida, vigilarĆ” tambiĆ©n la elecciĆ³n de los consejeros.
Y en la sala de mĆ”quinas, lo que persigue Moncloa es la salida de Ignacio Mataix. El consejero delegado se ha convertido en un elemento incĆ³modo, y se trata del primer ejecutivo del grupo pues Murtra es presidente no ejecutivo. El CEO fue fichado por el expresidente, Abril Martorell, y escapa al control del Gobierno y la SEPI.
La salida de Mataix dejarĆ” vacante el puesto de primer ejecutivo de Indra. La intenciĆ³n de Moncloa es que sea Marc Murtra quien concentre todo el poder. Con el management de la empresa controlado y un consejo de administraciĆ³n afĆn y maleable, Indra quiere reactivar la compra de ITP Aero, que Rolls-Royce acaba de vender al fondo estadounidense Bain Capital, aunque la operaciĆ³n todavĆa no se ha formalizado.
ITP (y el PNV), la clave de la guerra en Indra
ITP es la clave de la guerra en Indra. Esta empresa de motores y componentes aeronĆ”uticos es considerada estratĆ©gica para el gobierno vasco y el PNV, pues tiene fĆ”bricas en Sestao, Derio, Barakaldo y Zamudio y, ademĆ”s, en los dos Ćŗltimos municipios, cuenta tambiĆ©n con I+D e ingenierĆa. El ejecutivo de ĆƱigo Urkullu teme que si Bain opta por hacer recortes, despiezar o vender la empresa, pueda haber deslocalizaciones y pĆ©rdida de empleo y de tecnologĆa.
De hecho, el gobierno vasco ha admitido esta misma semana su intenciĆ³n de entrar en ITP con una participaciĆ³n de entre un 6 y un 7% cuando el fondo estadounidense tome el control y abra el 30% del accionariado de la aeronĆ”utica a capital espaƱol, como estĆ” previsto. EstĆ” claro, pues, que la lehendakaritza y el PNV no van a quitar ojo de la todavĆa filial de Rolls-Royce.
Pero aunque entre, la ideal no es que el 70% de ITP Aero estĆ© en manos de un fondo de inversiĆ³n. Por ello, lo que todos quieren es que sea Indra la que dĆ© un golpe de efecto y logre comprarla, si el fabricante britĆ”nico de automĆ³viles de lujo no consigue cerrar la venta a Bain, o en el peor de los casos, que tome el resto del 30% reservado a capital espaƱol y plantee una opa.
AhĆ es donde entra otra empresa que ha aparecido en escena. Sapa es una tecnolĆ³gica del sector de la defensa que acaba de aflorar una participaciĆ³n significativa en Indra, donde ha entrado gracias a un prĆ©stamo de Deutsche Bank. Esta compaƱĆa es propiedad de la familia guipuzcoana Aperribay, cuyo hombre fuerte es actualmente Jokin Aperribay, desde hace unas semanas, consejero de Indra.
Aperribay, consejero delegado de Sapa y presidente de la Real Sociedad de FĆŗtbol, es amigo personal de Florentino PĆ©rez, empresario de la Ć³rbita del PNV y se ha acercado tambiĆ©n al Gobierno de Pedro SĆ”nchez. De hecho, tambiĆ©n sonĆ³, hace unos meses, para comprar parte del 30% espaƱol de ITP. HabrĆ” que ver si termina entrando o no.
Donde ha irrumpido, en cambio, es en Indra, y no en cualquier momento, sino justo para apoyar el golpe de mano de Amber y la SEPI contra los consejeros independientes y el giro hacia la defensa en un momento clave para el sector. La invasiĆ³n rusa de Ucrania empezĆ³ a provocar subidas del gasto militar que culminarĆ”n tras la cumbre de la OTAN en Madrid de esta semana, donde los paĆses de la UniĆ³n Europea se han comprometido con Estados Unidos a multiplicar su gasto en defensa.
El pastel que se abre para las empresas del sector es muy apetitoso. Indra, impulsada por el Gobierno y tambiĆ©n por Oughourlian, que ya ve el negocio, y Sapa quieren comerse ese pastel, y el PNV quiere que algĆŗn pedazo se quede en el PaĆs Vasco. Los intereses coinciden y la alianza es un hecho. La cuestiĆ³n es si lograrĆ”n hacerse con ITP y si la CNMV lo permitirĆ” u obligarĆ” a la SEPI a lanzar una opa por Indra.