Gila consigue un pacto con los sindicatos de Panrico
Los empleados desconvocan la huelga indefinida que empezaba este domingo
Los trabajadores de Panrico no pararán la producción de forma indefinida este domingo. La dirección de la empresa, encabezada por Carlos Gila, ha llegado a un pacto con los sindicatos para pagar la nómina de septiembre en tres cuotas y proseguir con la negociación de la reestructuración del grupo.
Según el acuerdo firmado en el servicio interconfederal de mediación y arbitraje, la compañía abonará unos 280 euros por trabajador el próximo 16 de octubre. Los empleados recibirán una cantidad parecida el 23 de este mes y se liquidarán los montantes pendientes (diferentes según las categorías laborales y las antigüedades) el 30 de octubre.
Avales públicos
Gila también se ha comprometido a que la nómina de octubre se pague sin fraccionar el 14 de noviembre. Si Panrico recibe una inyección de capital extraordinaria en los próximos días, los plazos se podrían avanzar. Nunca retrasarse, según el documento.
Poco a poco, la empresa suma avales de las administraciones públicas de las comunidades en las que tiene factoría para desbloquear las líneas de circulante. La Junta de Castilla y León comunicó este miércoles que avalaba económicamente a Panrico. Un paso que ya ha dado la Generalitat de Catalunya.
El accionista único, el fondo Oaktree, sigue con el grifo cerrado. «Necesitamos el apoyo continuo de las cinco comunidades autónomas de las que Panrico forma parte clave de su tejido industrial, así como de nuestros bancos CaixaBank y Banesto, que son fundamentales para la operativa diaria», reconoce Gila en un comunicado.
Negociar el ERE
Superado el conflicto de la huelga indefinida, la dirección de la empresa aún tiene que conseguir otro pacto laboral. El que le llevaría a reestructurar la compañía. Esto pasa por un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría al 43% de los empleados, unos 1.900, y una bajada de sueldos generalizada. «Panrico sigue perdiendo todos los días 150.000 euros», avisa el consejero delegado.
Por el momento, el mediador ha conseguido que ambas partes se comprometan a negociar. Y Gila incluirá en el debate la situación real de la empresa. Los trabajadores denuncian que aún no se les ha hecho llegar un documento económico solvente que les informe del estado real de la caja.
Clima empresarial
El calendario inicial que ha fijado el mediador es de cuatro semanas a contar a partir de la primera reunión. La reordenación de Panrico debe estar completada antes de diciembre. Si la negociación se enquista, la compañía podría entrar definitivamente en concurso de acreedores, aseguran fuentes empresariales.
«Hoy hemos dado un paso muy importante para crear el clima de tranquilidad y normalidad operativa que garantiza el normal desarrollo de nuestras actividades de producción, distribución y venta, trasladando también a nuestros proveedores, clientes y bancos la estabilidad necesaria», afirma Gila.