La Generalitat reúne a las patronales para evitar una guerra
La Generalitat reúne a los secretarios generales de las patronales para que acuerden su cuota de representatividad sin necesidad de ir a un recuento
La Generalitat reunirá este lunes a las patronales catalanas Foment del Treball, Fepime y Pimec para que intenten cerrar un acuerdo sobre su representatividad. En caso contrario, se iniciará un proceso de recuento por el que se determinará su cuota en las mesas de negociación y, también, en el reparto de subvenciones institucionales.
La reunión se ha convocado en la Consejería de Trabajo de la Generalitat. Asistirán los secretarios generales de las tres patronales: David Tornos (Foment), César Sánchez (Fepime) y Antoni Cañete (Pimec), además del secretario general del departamento de Trabajo, Josep Ginesta.
Pimec instó a la Generalitat a iniciar el recuento que debe aclarar los apoyos empresariales que cuenta cada patronal. Las negociaciones entre el nuevo presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, y su homólogo de Pimec, Josep González, fracasaaron.
González mostró la semana pasada su disgusto con Sánchez Llibre porque este último, en una rueda de prensa, les propuso una cuota del 35%, mientras que, durante las negociaciones, les ofreció el 45% e, incluso, el 49%. Aquella misma tarde, Pimec hizo una demostración de fuerza al reunir a cerca de 200 representantes de asociaciones empresariales en el hotel Abba de Barcelona para explicarles el proceso de recuento.
En la actualidad, Foment ostenta un 60%; Fepime, un 15%; y Pimec el 25%. Esta última patronal reclama, como mínimo, llegar al 50%.
Pimec exige que se cumpla el preacuerdo alcanzado con Foment el pasado julio. El contenido de este preacuerdo establecía que, si las dos patronales no cierran un pacto sobre su representatividad antes del 15 de septiembre pasado, la Consejería de Trabajo de la Generalitat instará el recuento de sus apoyos empresariales. Sin embargo, cinco meses después todavía no ha empezado este proceso.
Firmaron por la paridad patronal
El preacuerdo también contemplaba que se aplicaría provisionalmente un “criterio de paridad” entre Pimec y Foment. De esta manera, se repartían la representatividad y dejaban fuera Fepime, patronal vinculada orgánicamente a Foment.
Este documento lleva las rúbricas de los secretarios generales del departamento de Trabajo de la Generalitat, Pimec y Foment. Sin embargo, cuando se firmó en julio pasado, al frente de esta última patronal estaba Joaquim Gay de Montellà como presidente y Joan Pujol como secretario general. El primero no se presentó a las elecciones de noviembre y el segundo dejó el cargo a petición propia poco después. Sánchez Llibre nunca aceptó las condiciones de aquel preacuerdo.
Pimec exige que la Generalitat cumpla con su parte del acuerdo y, por lo tanto, que inicie de inmediato el recuento. Durante este proceso, de un mes aproximado de duración, las patronales deberían documentar a que empresas representan.
Pimec se escuda en un decreto de la Generalitat, aprobado en tiempos del gobierno de Artur Mas, que establece el cálculo de la representatividad en función del número de empresas o asociaciones que pagan cuotas a una determinada patronal.
Sánchez Llibre sugiere que este decreto se debería reformar para que tenga en cuenta también el número de trabajadores de las empresas que representan y su facturación. Fuentes de esta patronal apuntan que el decreto es recurrible.
El conflicto sobre la representatividad patronal en Cataluña se mantiene desde hace doce años. Ha generado diversas sentencias judiciales. Sin embargo, la judicialización puede perdurar. La Generalitat intenta evitar tanto el recuento como nuevos recursos judiciales con la negociación de este lunes. No se descarta nuevos encuentros en las próximos días.