Gay de Montellà crea una fundación pese a que en Foment nadie sabe para qué
Gay de Montellà se empeña en crear una fundación vinculada a Foment del Treball antes de abandonar la presidencia de la patronal el próximo diciembre
La patronal catalana Foment del Treball creará una fundación. Esta cuestión se tratará finalmente en la junta directiva del próximo lunes, después de sucesivos aplazamientos a causa de las reticencias internas que despierta este proyecto. El debate de fondo no es su utilidad ni siquiera sus objetivos, sino quién la presidirá.
Fuentes de la patronal catalana indican que su presidente, Joaquim Gay de Montellà, se ha “empeñado” en crear una fundación. Según el proyecto de estatutos, el patronato estará formado por expresidentes y exmiembros de la junta de Foment del Treball. De expresidentes en vida sólo queda el nonagenario Alfred Molinas y Joan Rosell. El próximo diciembre, Rosell dejará la presidencia de la CEOE y Gay de Montellà, la de Foment del Treball, motivo por el que se han disparado las especulaciones sobre su aterrizaje en la nueva fundación.
Desde el entorno de Rosell se asegura que éste no está interesado en presidirla y, desde Foment, se recuerda que Gay de Montellà no puede situarse al frente. El proyecto de estatutos impide compaginar la presidencia de la patronal con la de su fundación. Sin embargo, podrían liderarla en un futuro. Un miembro de la junta define la fundación como un “cementerio de elefantes”, aunque permitirá cierta proyección pública a quien la presida.
Foment del Treball creará una fundación que será un «cementerio de elefantes», apuntan fuentes internas
El debate sobre la creación de la fundación figuraba en el orden del día de la junta directiva de febrero, pero se aplazó a la de marzo y, después, a la de este abril. Las anteriores juntas se centraron en la expulsión de Cecot como patronal asociada. Fuentes de Foment indican que la cuestión de la fundación no sólo se pospuso por falta de tiempo sino, también, por las suspicacias que despierta.
Estas fuentes insisten en el interés de Gay de Montellà por poner en funcionamiento la fundación pese a las dudas sobre su utilidad. El capital inicial será mínimo, pero temen que consuma recursos de la patronal.