Gaspart resistirá en sus cargos patronales
El presidente de HUSA considera que la pérdida de peso empresarial no ensombrece los logros obtenidos hasta el momento
Barcelona Turisme y el Consejo de Turismo de la CEOE no cambiarán de manos. Pese al concurso de acreedores que ha dejado a HUSA en una situación límite, Joan Gaspart se aferra a sus cargos patronales. Según ha podido saber Economía Digital, el ex presidente del FC Barcelona no se plantea abandonar dos organimos que entiende «casi como dos hijos».
Sin embargo, entre bastidores, el hotelero reconoce que no existe mejor momento para desaparecer que el actual, con el tenso clima político que se vive tanto en Barcelona como en España. La coyuntura de la compañía también juega un papel clave en este deseo.
La creación de Barcelona Turisme
Gaspart no considera que la pérdida de peso empresarial que ha sufrido tras los problemas de HUSA y la quiebra de Spanair le reste credibilidad para presidir Barcelona Turisme. Para ello, recuerda éxitos pasados, como la imposición de la tasa turística en los establecimientos catalanes (2012).
Además, echa la vista atrás y rememora como, hace 25 años, los hoteles de la ciudad estaban al 30% de su capacidad durante el mes de agosto. «El cambio no sólo se debe los Juegos Olímpicos, pues hay decenas de ciudades que los han organizado», apunta. «Es el excelente trabajo hecho desde el organismo», exclama.
Cree que marcharse ahora sería un acto de cobardía, con la entrada de un nuevo socio en el Ayuntamiento, de un perfil muy diferente al que tradicionalmente ha ocupado el consistorio. El empresario quiere trabajar para reconducir el tortuoso matrimonio que por el momento viven Ada Colau y el turismo.
Planeando la temporada en la CEOE
El ex mandatario azulgrana también trabaja en la planificación de los objetivos turísticos de España para el 2015. El cargo de presidente en el Consejo de Turismo de la CEOE tampoco piensa abandonarlo, con las elecciones a pocos meses y los planes independentistas de Artur Mas.
Gaspart también alardea de haber sido uno de los impulsores de la modificación de la ley de Costas, que acabaría eliminando muchos establecimientos turísticos por no respetar la distancia mínima con el mar.
«Lo fácil sería marcharme»
El propietario de HUSA reconoce a sus allegados que «lo fácil sería marcharme y desaparecer», y en muchas ocasiones asegura que le gustaría hacerlo. Sin embargo, sentencia: «pero no me doy por vencido».