Gaspart lleva a concurso de acreedores todas las sociedades del grupo Husa
El empresario hotelero se ve obligado a declarar en quiebra todo su entramado al detectarse pagos de empresas en concurso a otras que quedaron fuera del procedimiento
El negocio hotelero de Joan Gaspart cae totalmente en concurso de acreedores. La antaño imponente cadena barcelonesa Husa cuenta hoy con apenas un hotel y desde finales del mes de octubre todo su entramado se ha declarado en quiebra. Lo hizo después de que se detectasen pagos cruzados de las tres sociedades que ya estaban judicializadas a otras fuera del procedimiento. El pasivo total supera los 250 millones de euros. Aunque entre poco y nada cobrarán los acreedores.
El juzgado de lo mercantil número 3 de Barcelona abrió el concurso de siete nuevas sociedades del conglomerado Husa a finales del mes de octubre después de que en mayo tres de las firmas (Hostelería Unida, Hostelería Unida 2 y Hoteles Jagoe) ya dieran ese paso. Ninguna tiene actividad desde hace años a excepción de una, que es propietaria del Hotel Sant Bernat, en el parque natural del Montseny (Barcelona).
Según explican fuentes cercanas al procedimiento, la administración concursal dedicó el pasado mes de noviembre a realizar el inventario de activos de las firmas afectadas, que se presentó al juzgado a comienzos de diciembre. Esta misma semana se entregaron a la magistrada Berta Pellicer los diferentes planes de liquidación.
De este modo, todo el grupo Husa está ahora en concurso de acreedores. Es así después de que los administradores Josep Pujolrás y Manuel Calavia alertasen de “operaciones realizadas entre empresas del grupo, básicamente con el objetivo de evitar embargos de las administraciones públicas”. Las firmas receptoras de estas operaciones cayeron también en el proceso.
Como avanzó Economía Digital, la Agencia Tributaria ya envió una carta al juzgado para pedir a la magistrada que declarase “antijurídicas” las transacciones detectadas entre empresas afectadas por el procedimiento y otras controladas por el directivo que quedaron fuera del concurso.
Sin embargo, prácticamente ninguna tenía actividad. Husa Fénix, por ejemplo, prestaba servicios de consultoría hotelera en China, pero con el estallido de la pandemia no daba señales de vida desde principios de 2020. La cabecera final del grupo, Chain, es una de las firmas con mayor deuda dentro del entramado.
A la espera de que se termine de elaborar la lista de los acreedores, el pasivo total superará con casi total seguridad los 250 millones de euros. La mayoría (199,5 millones) los debe Hostelería Unida, pero sociedades como Chain arrastran 20 millones en la mochila.
Solo el ICF cobrará
Poco cobrarán los acreedores de la compañía liderada por el expresidente del FC Barcelona. Las diferentes empresas apenas tienen activos: algunos créditos en filiales y sociedades vinculadas y un par de coches. Por ello la Agencia Tributaria y la Seguridad Social siempre fueron tan beligerantes con los planes de Gaspart, que en 2014 ya suspendió pagos con una deuda de 200 millones y la banca le aceptó una quita del 95% a cambio de quedarse con los pocos activos que le quedaban.
Algo parecido sucederá ahora. El Institut Català de Finances (ICF) es el único de los acreedores con posibilidad de recuperar parte de los que se le adeuda. El Hotel Sant Bernat, gestionado por un tercero bajo un contrato de explotación, está hipotecado por la entidad catalana.
En cambio, ni proveedores ni administraciones públicas cuentan con activos de peso para cobrar los más de 200 millones de pasivo que tiene el exvicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
A vueltas con la culpabilidad del concurso
Sobre la mesa vuelve a estar la culpabilidad del concurso de Husa para sus administradores, algo siempre reclamaron la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. Cuando fue contactado por Economía Digital, Gaspart aseguró estar “muy tranquilo” y convencido de que la justicia no encontrará irregularidad alguna en su actuación. Declinó eso sí exponer los argumentos que expondrá en los juzgados para defenderse.
En su contra juega que la mayoría de sociedades llevan prácticamente dos años sin actividad y no solicitó el concurso hasta ahora. A su favor, el golpe de la pandemia y que pago de 10 millones acordado en 2014 vencía este 2021.