Gaspart discrepa de la gestión de Spanair
El presidente de Turisme de Barcelona considera “mejorables” los resultados del equipo que dirige la aerolínea catalana
Al igual que hizo antes el Govern de la Generalitat, el presidente de Turisme de Barcelona, Joan Gaspart, considera que la gestión de la aerolínea catalana Spanair no está a la altura de las expectativas generadas cuando un grupo de empresarios le compró la empresa a la escandinava SAS. El consejero de la compañía aérea ha expresado esta opinión en el máximo órgano de gobierno de la empresa, según confirmó ayer a Economía Digital.
Aunque Gaspart realiza una encendida defensa del proyecto de Spanair como herramienta para conseguir que el aeropuerto de Barcelona se convierta en un nudo de conexiones (hub) de vuelos transoceánicos e impulse las visitas de más turistas internacionales, los resultados de la compañía en su primer año de funcionamiento no han satisfecho a varios de los accionistas, entre los que se encuentra Turisme de Barcelona. “La gestión es mejorable”, aseguró en conversación con esta publicación.
Mientras que la Generalitat, que ha inyectado fondos públicos en los últimos meses a través de Avança y de Cimalsa, había puesto el foco en el presidente de la compañía, Ferran Soriano, y en el consejero delegado, Mike Szücs, pidiendo un relevo a los accionistas privados, Gaspart prefiere no personalizar sus quejas. “En general, a la gestión, con Soriano no hay ningún problema”, asegura el dirigente del turismo catalán.
Quejas por la gestión del personal y el traslado
La reducción de plantilla y el traslado de la sede y del personal de Palma de Mallorca a Barcelona se han hecho, en opinión de Gaspart, “muy lentamente”. Ésa es la principal, pero no la única queja sobre un negocio que está sujeto a variables como los precios de los carburantes y los costes de estructura que soporta. “Los resultados del último medio año se podían haber conseguido de forma más rápida”, agrega el consejero de Spanair.
La compañía presidida por Ferran Soriano ha declarado unas pérdidas en 2009 de 186 millones de euros. La cifra podría resultar algo inferior durante el presente ejercicio, ya que fuentes de la compañía han indicado en los últimos días que la campaña de vuelos de verano ha resultado rentable. Con todo, para evitar una situación de quiebra técnica, la empresa se ha visto obligada a mantener el proceso de ampliación de capital para equilibrar las dificultades financieras que afronta.
Entre los proyectos que figuran en su plan de negocio destaca la realización de vuelos intercontinentales con aviones propios. Para acometer esa iniciativa, Spanair tendría necesidad de incorporar otros 150 millones de euros adicionales.