Garamendi cierra la crisis con Sánchez Llibre con la vicepresidencia de CEOE
El líder patronal español y el catalán liman asperezas en una reunión de la que ambos salen satisfechos a 24 horas de la junta de este miércoles
Antonio Garamendi cierra la crisis de CEOE con su mayor socio, la catalana Foment del Treball. El presidente de la confederación española de empresarios se reunió este martes con Josep Sánchez Llibre y ambos salieron satisfechos del encuentro. El líder patronal catalán seguirá como vicepresidente de CEOE, según aseguraron varias fuentes próximas tanto a Garamendi como a Sánchez Llibre.
La continuidad de Sánchez Llibre como vicepresidente de la patronal se puso en duda por su decisión de aupar a otra candidata, la empresaria del papel Virginia Guinda, que también es vicepresidenta y portavoz de Foment. El patrón de patrones catalán pretendía que Garamendi no ganara por aclamación, y lo logró, pero su victoria fue tan clara, con más del 80% de los votos, que hubo rumores de purga.
Desde la organización catalana han intentado en las últimas semanas que esto no fuera así. Destacaron que pese a posicionarse a favor de Guinda nunca dijeron nada contra Garamendi, pusieron en valor el peso de Foment en CEOE, de la que es socio fundador, e iniciaron un acercamiento para combatir el impuesto a las grandes fortunas. Así, en las últimas semanas ambos líderes tuvieron ya varias conversaciones en las que se fueron acercando y preparando la reunión de este martes.
La patronal española celebra este miércoles la junta en la que su reelegido presidente propondrá a los miembros de los órganos de gobierno para los próximos cuatro años. No se prevén grandes cambios pues la mayor incógnita, la continuidad de Sánchez Llibre entre los vicepresidentes, ya ha sido despejada. Gerardo Cuerva (Cepyme) y Miguel Garrido (CEIM), que también fueron críticos con Garamendi pero terminaron dándole apoyo en las elecciones, y Salvador Navarro (CEV) también se prevé que sigan.
No está tan claro lo que sucederá con el núcleo duro no empresarial de Garamendi, que forman la ex ministra de Trabajo Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE, e Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Los retos de Garamendi en su nuevo mandato
Garamendi y el equipo que configure este miércoles afrontan cuatro años con varios retos importantes en el horizonte. La unidad es uno de ellos: ha cerrado la crisis con Foment y, antes de las elecciones, hizo lo propio con CEIM, Cepyme y Anfac, pero hay que ver qué pasa si vuelve a haber discrepancias en temas delicados; el primero de ello será la subida del SMI, cuya negociación arranca este miércoles sin CEOE. Algunos pueden querer ser presidentes en 2026, para lo que alzar la voz será una opción.
A corto plazo, el reto son las relaciones con Yolanda Díaz, en varios frentes. Uno de ellos es el rumbo que toma el diálogo social y la pinza que la vicepresidenta ha hecho con los sindicatos para acorralar a la patronal. El de Garamendi es el papel más difícil: tratar de buscar acuerdos y mostrar sentido de Estado pero a la vez demostrar que la voz de los empresarios es escuchada, respetada y tenida en cuenta. Para empezar, lo hará ausentándose de la reunión de este miércoles para el salario mínimo, como muestra de distancia con Díaz.
Pero con Díaz hay otro tema aun más peliagudo, pues puede cambiar la configuración misma del diálogo social y la negociación colectiva: la posible aparición de Conpymes como voz de las pequeñas y medianas empresas. La patronal presidida por José María Torres, hombre de confianza del presidente de la catalana Pimec, Antoni Cañete, lo ha solicitado ya vía administrativa y judicial, y lo batallará hasta en Bruselas si hace falta.
Díaz ha mostrado complicidad con Conpymes, pese a que de entrada ha rechazado la petición de estar en la negociación colectiva porque España carece de un mecanismo para medir la representatividad. Por ello, en el entorno de Garamendi temen que termine por ceder y dando a esta organización una silla en las mesas de negociación, en detrimento de Cepyme y la propia CEOE.
Más a nivel interno, el reelegido presidente de la confederación española de empresarios baraja modificar los estatutos de la organización para suprimir la limitación de mandatos y así volver a presentarse en 2026. Garamendi lo ha negado, pero es vox populi entre el empresariado español, aunque no todos coinciden en que encuentre el apoyo necesario para lograrlo. Hay muchos intereses, tantos como los empresarios que pueden querer su silla dentro de cuatro años.