Garamendi alienta a los empresarios catalanes a plantar cara al Govern
El presidente de la CEOE califica de "desastroso" que no saliese adelante la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat y pide una armonización fiscal "a la madrileña"
Ante un auditorio en el que estaba presente alguno de los grandes popes del empresariado catalán, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, criticó con dureza las políticas del Ejecutivo liderado por Pere Aragonès. El dirigente calificó de «desastre» la negativa del Govern de ampliar el aeropuerto de Barcelona-El Prat y pidió el fin de «impuestos ideológicos» como el de Patrimonio o el de Sucesiones.
En un acto celebrado en el barcelonés Círculo Ecuestre, el dirigente ejemplificó con el no a la obra en El Prat su crítica a unas políticas «que están metiendo en un pozo al que fue el motor económico de España». «Me parece increíble, que se dejen de política y se hable de realidades; si quieren a Cataluña, que trabajen para ella», exclamó.
En la tribuna, nombres con simpatías acreditadas por prácticamente todo el espectro político: el presidente de Agbar, Ángel Simón; el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; el fundador de Mediapro, Tatxo Benet y la consejera delegada de Aguirre Newman en Barcelona, Anna Gener. Además, le acompañaron otros clásicos como Carles Tusquets o Joan Gaspart.
Garamendi no dudo en atacar las medidas fiscales «ideológicas» del Gobierno catalán, que coinciden además con la negativa a inversiones como la del aeropuerto. «Si quitasen los impuestos ideológicos existentes, Cataluña tendría un atractivo impresionante, ahora los directivos de las empresas no quieren venir porque aquí se les grava más», comparó.
Recalcó además su poca efectividad: «No funcionan, no recaudan; en Andalucía quitaron el impuesto de Sucesiones, que recaudaba 300 millones, y el año siguiente consiguieron 600 millones», señaló. El tributo a las herencias y al patrimonio centralizaron las iras del dirigente, que los calificó de «castigo a las clases medias».
La Generalitat plantea la subida de impuestos
Más después de que La Vanguardia publicase que el conseller de Economía, Jaume Giró, se plantea incrementar el impuesto de Patrimonio en su espectro más alto y elevar la presión fiscal sobre las empresas familiares. Así lo comunicó la Generalitat al Ministerio de Hacienda en el marco de las discusiones para la reforma fiscal.
Giró envió sus propuestas al Gobierno apenas 24 horas después de asegurar en una entrevista a Catalunya Ràdio que no contemplaba un incremento impositivo en los próximos Presupuestos de la Generalitat. «La presión fiscal no subirá, pero estamos trabajando para que haya buenas noticias para las rentas más bajas», prometió. Un día después de mandar las diferentes iniciativas al Ejecutivo, el líder catalán volvió a insistir públicamente en su voluntad de no elevar la presión.
«Queremos una armonización fiscal a la madrileña», pide Garamendi al Gobierno
Garamendi eso sí no cierra la puerta a una reforma fiscal a nivel estatal, pero en un sentido muy diferente a la que proponen las instituciones catalanas. Criticada por buena parte de la izquierda, el presidente de los empresarios apuesta por la fórmula Ayuso, que eliminará todos los impuestos propios de la Comunidad de Madrid. «Queremos una armonización de los impuestos a la madrileña; hacen falta más bases imponibles y menos tipos», pidió.
Los empresarios catalanes, cada vez más críticos
La beligerancia de Garamendi coincide con la del empresariado catalán, que en las últimas semanas centró sus críticas en la Generalitat tras el fracaso de las negociaciones para la ampliación del aeropuerto. Foment del Treball, la patronal presidida por Josep Sánchez-Llibre, encabezó las manifestaciones. «Han hecho el ridículo», lamentó el dirigente.
La organización empresarial avisó que exigiría responsabilidades “tanto políticas como administrativas” a los dirigentes de la Generalitat al no haber actuado “con la prudencia ni la diligencia que era necesaria”.
En un comunicado emitido este lunes, Foment se negó a dar por perdida la obra en el próximo lustro, como amenazó el Gobierno. «El Gobierno y la Generalitat deben recupera sin más dilación la negociación para aprobar el plan de inversiones del aeropuerto de Barcelona», exigió. «Diálogo, negociación y pacto; este es el camino. Ni Cataluña ni España están para perder oportunidades», zanjó.