Fridman apuesta ahora por franquiciados tras perder a 227 en medio año
El modelo de franquicia que ahora cambiará DIA arroja una clara caída de facturación y número de tiendas
Las franquicias han sido una unidad de negocio importante a la par que polémica para DIA. Fueron muchos los testimonios que aseguraron durante varios años sentirse perjudicados con su relación con la compañía. Afirmaban que las condiciones impuestas les llevaron a bajar la persiana, también con la llegada del fondo Letterone. La estrategia ahora ha cambiado y, tras un primer año con el nuevo propietario en el negocio, DIA quiere remontar y recuperar a los franquiciados que ha perdido.
El objetivo es captar 500 franquiciados nuevos en tres años, todos ellos en España, y para conseguirlo ha lanzado varias promesas. Las principales: la rentabilidad se duplicará, mejorará la tesorería y se introducirán facilidades en la gestión diaria de la tienda, con financiación de determinados costes y formación para el franquiciado.
Sin embargo, lo que revelan las cifras actuales es que tras la llegada de Mikhail Fridman a la compañía, una vez finalizada la opa de Letterone a mediados de 2019, el número de franquicias se ha reducido. En perspectiva de cuatro años, en la que no solo se analiza el periodo del fondo como propietario, la curva de caída del número de franquicias se observa mejor [ver gráfico a continuación].
Las últimas cifras también arrojan una caída en el volumen de negocio por parte de los franquiciados. Así, las franquicias supusieron ingresos por valor de 1.199 millones de euros, un 8,5% menos que el mismo periodo del año anterior. El descenso fue de aproximadamente 100 millones de euros comparando los primeros seis meses de 2020 con los de 2019.
Uno de los motivos de la pérdida de franquicias ha sido su transformación a tiendas propias
Lo sucedido se debe al proceso de cierre de tiendas que DIA ejecutó en el pasado y a la transformación de muchas franquicias, que, tras negociar con la compañía, cambiaron de manos. Esta dinámica provocó, incluso, que en 2019 el número de tiendas propias del grupo a nivel mundial superara a las franquicias por primera vez en tres años.
La propia DIA reconocía en sus cuentas que el 2019 fue «extraordinario» en cuanto a la actividad de reconversión de franquicias. El grupo transfirió 154 franquicias netas a tiendas propias, un cambio que se justificó en la búsqueda de «franquiciados altamente cualificados que puedan ofrecer a nuestros clientes una mejor experiencia de compra».
Otro gesto que supuso una clara declaración de intenciones fue el cierre de las tiendas Cadadía. Tras revisar los distintos modelos de establecimientos, la compañía decidió que estos pequeños colmados explotados por franquiciados y ubicados en zonas rurales de España no eran estratégicos.
Franquicias de DIA, un problema no solo en España
Las franquicias han sido uno de los aspectos más polémicos de la gestión de DIA. A lo largo de los años han aparecido asociaciones como Asafras, que han asegurado mala praxis por parte de DIA. Las acusaciones se resumían en una sola: era imposible ganar dinero con el modelo impuesto.
También han trascendido demandas a título individual de franquiciados, algunos incluso con resoluciones a su favor y con condena a la cadena de supermercados. Sin ir más lejos, un juzgado de Cataluña dio la razón a una franquiciada en septiembre del pasado año. La afectada consiguió una reparación de 125.495 euros y el reconocimiento de daños morales por otros 10.000 euros.
Pero el modelo las franquicias también ha sido un quebradero de cabeza para la compañía fuera de España. En diciembre de 2018, la autoridad de Seguridad Social de Argentina, entidad que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), interpuso una reclamación contra su filial en el país porque cuestionaba «la condición de los franquiciados como empleadores dada su aparente falta de solvencia económica».
La hipótesis de la AFIP es que los franquiciados serían empleados de la compañía y, por lo tanto, se debían reclamar las deudas que éstos mantienen con la Seguridad Social. El frente sigue abierto y la compañía defiende su postura con seguridad porque afirma que existen antecedentes judiciales resueltos a su favor en casos similares.