Frente catalanista del comercio contra la intervención de Madrid
Las entidades ofrecen su apoyo a la Generalitat para enfrentarse al gobierno central en caso de una liberalización de horarios y festivos
Es un ataque preventivo, la reacción a un hecho todavía no consumado. Las entidades que representan al comercio catalán, Pimec Comerç y la Confederació Catalana de Comerç, han ofrecido su apoyo a la Generalitat en lo que –suponen—será la batalla de las próximas semanas: una previsible intervención del gobierno central en la regulación de horarios en Catalunya, una competencia en manos de la Generalitat.
El conseller Francesc Xavier Mena se ha reunido recientemente con las entidades de comerciantes para coordinar acciones conjuntas contra el gobierno central si decide recuperar estas competencias. “Hay una intención de liberalizar los horarios y de crear un mercado común que pasaría por centralizar en Madrid estas decisiones. Las entidades de comerciantes hemos ofrecido nuestro apoyo al gobierno catalán en caso de que tuviera que acudir al Tribunal Constitucional o a cualquier otra vía”, explicó Alejandro Goñi, presidente de Pimec Comerç.
Los temores
La llegada la dirección general de Comercio Interior de Carmen Cárdeno, quien fue durante dos legislaturas directora de comercio de la Comunidad de Madrid, ha hecho saltar todas las alarmas en el gobierno catalán.
Cárdeno fue la responsable de impulsar la liberalización horaria de Madrid, que cuenta con 22 domingos de permiso de apertura los domingos y un máximo de 90 horas semanales, frente a los 8 domingos de Catalunya y las 72 horas semanales.
Fuentes cercanas al gobierno aseguran que la intervención del gobierno central en los horarios comerciales de todas las comunidades autónomas puede ser un asunto que ocurra en pocas semanas, según los comerciantes catalanes.
Peligro social
La aplicación del modelo comercial en Madrid en Catalunya causaría los mismos agravios que en la capital: pérdida de comercios en los ejes tradicionales para favorecer las compras en las grandes superficies, de acuerdo con los comerciantes catalanes. “Estamos dispuestos a dialogar pero no permitiremos la adopción del modelo de Madrid porque nos jugamos también parte del modelo social”, asegura Goñi.
Las entidades de comercio esperan impedir una decisión liberalizadora de Madrid y ya han pedido cita con el ministerio para debatir el tema.