Hevia purga a la directiva estrella de los Ferrer en Freixenet
Freixenet despide a Silvia Carné, directiva de confianza de Pedro Ferrer que sonó como consejera delegada externa a la familia si los Ferrer compraban las cavas
Poco a poco, Enrique Hevia va dejando su huella en Freixenet. Desde que fuera nombrado presidente ejecutivo, hace tres meses, el primo rebelde de la familia se ha dedicado a fiscalizar todos los gastos del líder del cava con el objetivo de buscar la máxima rentabilidad y de hacer limpieza de la larga etapa de Pedro Ferrer. Hevia ha levantado alfombras y ha puesto en cuestión toda la gestión de los Ferrer, lo que ha culminado este lunes con el despido de la mayor ejecutiva vinculada a esta rama familiar.
Freixenet ha despedido a Silvia Carné, directiva de total confianza de Pedro Ferrer, el que hasta diciembre era el primer ejecutivo de las bodegas. Según han explicado a Economía Digital fuentes próximas a las cavas, la compañía ha comunicado internamente la decisión este lunes, lo que ha revolucionado las bodegas. Pese a su cercanía a Pedro Ferrer, pocos esperaban esta purga, sobre todo porque Ferrer sigue en el tridente gestor de Freixenet, pero Hevia ha sido inflexible. Freixenet no se ha pronunciado sobre este cambio interno.
Esta abogada llevaba 15 años en las cavas, a las que se incorporó para formar parte de su área legal y de las que era directora del departamento jurídico. Carné se fue ganando la confianza de Pedro Ferrer hasta el punto que participó con el ex consejero delegado en las reuniones con la banca para buscar financiación para comprar el resto de la compañía, así como con posibles inversores. Las reuniones no llegaron a fructificar.
Directiva Freixenet: Silvia Carné participó en las negociaciones de Ferrer con los bancos para comprar Freixenet
La ex directora del área jurídica de Freixenet llegó incluso a sonar como consejera delegada si los Ferrer se hacían con la mayoría. Esta rama familiar posee el 42% de la compañía y planeaba comprar su parte a los Hevia (29%), así como la que los Bonet (29%) quisieran vender. Para conseguirlo necesitaban financiación. En la negociación con los bancos, éstos pidieron un consejero delegado externo a la compañía, y Carné era la persona elegida por los Ferrer para el cargo. La operación no llegó a buen puerto.
Además del departamento jurídico, Carné había cogido en los últimos años responsabilidades ejecutivas, llevando el timón de los negocios que no eran estrictamente de la producción y distribución de cava. Desde 2014 era directora de desarrollo de retail, cargo desde el que lideró esta nueva apuesta, con el lanzamiento de la web Club Cuvee y la apertura de la tienda Tannic. Además, llevaba el área de enoturismo.
Los resultados de estos negocios no han sido precisamente para tirar cohetes, aunque hay que tener en cuenta que se trata de áreas jóvenes, todavía con poco recorrido. Freixenet Retail, que agrupa el negocio de venta directa de las bodegas, tuvo que ser rescatada por su matriz hace un año con una ampliación de capital, ya que tenía un patrimonio negativo. En el último ejercicio 2015-2016, facturó menos de medio millón de euros y perdió 355.000 euros.
Gestión dudosa: el negocio retail de Freixenet, que lideraba Silvia Carné, no arranca
Quizá por su gestión, o por su relación con los Ferrer –era tan fiel que es como si fuera de la familia, cuentan fuentes cercanas a la compañía–, Carné no estaba bien vista por las otras ramas familiares, lo que queda patente con su despido. Pese a que la gestión está en manos del triunvirato que forman Enrique Hevia, Pedro Ferrer y Eudaldo Bonet, Hevia y Bonet hacen la pinza a Ferrer, lo que ha permitido a Hevia convertirse en presidente ejecutivo y tomar decisiones que abren llagas entre los Ferrer.
Otra decisión polémica que tomó hace tres meses fue la de potenciar a su sobrino, Enrique Jiménez Hevia. Fuentes cercanas a Freixenet explican que, de los miembros de la cuarta generación de la familia, Diego Jiménez ya era el que más despuntaba. Con su tío en el trono, ha ganado protagonismo en la gestión, pero además, lo nombró coordinador de la comisión ejecutiva que el propio Hevia preside.
Enrique Hevia está en la recta final de su primer ejercicio (parte de él, mejor dicho), al frente de Freixenet. Tomó el mando en enero y el ejercicio se cierra el 30 de abril. El ex director financiero de las bodegas busca maximizar la rentabilidad de la compañía para buscar una salida a los socios que, como él, quieren vender. Previsiblemente, será tras la aprobación de los resultados cuando se reactivará la venta.