Freixenet incrementa un 7% las ventas y ampliará sus bodegas para producir 15 millones de botellas más
El líder del cava alcanzará los 106 millones de botellas comercializadas en 2021
«Estos tres años han sido los mejores de las últimas dos décadas de Freixenet», celebraba Pedro Ferrer, consejero delegado de la cavista, al valorar la integración del grupo alemán Henkell en el accionariado. El capital germano rompió con la atonía de la firma de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) y revitalizó las ventas hasta alcanzar previsiblemente los 106 millones de botellas en 2021. La cifra sigue a años luz de las de comienzos de siglo, pero ya supone un crecimiento del 7% frente a la del año pasado.
La compañía catalana aprovechó la presentación de su icónica campaña de Navidad para hacer un repaso a su ejercicio y las previsiones de la próxima campaña. «Han sido once meses muy buenos, pero en diciembre se concentran el 30% de las ventas», advirtió Andreas Brokemper, el otro consejero delegado de la cavista. Está por ver el impacto de la crisis de suministros, que pudo hacer que muchos clientes anticiparán las ventas, y el efecto de una nueva oleada del coronavirus, especialmente virulenta en el centro de Europa.
Por ello –y por política de empresa– Freixenet declinó ofrecer más detalles sobre los ingresos con los que cerrará el año. Sí explicó que el precio medio de sus botellas supera ligeramente los 5 euros, por lo que con un cálculo rápido (106×5) se podría intuir una facturación que rondará los 530 millones de euros.
Sí es seguro que el número de unidades comercializadas superará los 100 millones; previsiblemente durante los primeros días de diciembre. El objetivo es alcanzar los 106 millones de botellas que ambicionaba Pedro Ferrer a comienzos de año. El dato será mayor que los 99,3 millones de artículos vendidos en 2020 y los 94,4 millones de botellas de la temporada 2019.
Sin embargo, los volúmenes actuales del grupo son todavía muy inferiores a las cifras en las que se movía a comienzos de siglo, antes de la crisis económica de 2008 y el boicot al cava catalán incitado por algunos sectores de la política española. En 2004, por ejemplo, el conglomerado liderado entonces por José Ferrer comercializaba 202,4 millones de botellas con unas ventas de 511,4 millones de euros.
El retroceso del cava quedó mitigado en parte por la apuesta de Freixenet por otros productos, como los vinos tranquilos y el polémico prosecco. Hoy la compañía vende 55 millones de botellas de cava, 15 millones de botellas de prosecco y 30 millones de botellas de vinos tranquilos.
Freixenet tiene un plan para producir 15 millones más de botellas al año
Freixenet afronta tres años después de la entrada de Henkell un nuevo baile de sillas en su capital. Como ya explicó Economía Digital, este mes de noviembre Dr. Oetker –matriz de Henkell– se escindió en dos mitades y el grupo espumoso quedó en manos de los tres hermanos del tercer matrimonio de Rudolf-August Oetker. Alfred Oetker, uno de los hijos, será el nuevo presidente de la cavista.
«Estuvieron en Sant Sadurní en noviembre y tienen muchas ganas de invertir», explicó Ferrer. La primera inversión de la nueva etapa serán unas nuevas cavas en la localidad con capacidad para más de 30 millones de botellas nuevas. «Hace falte conseguir más espacio y mejorar la eficiencia», añadió.
Aunque todavía no existe una cifra concreta, Freixenet invertirá más de 30 millones de euros en la obra, que sumará 15 millones de botellas de capacidad a la producción actual. El resto se llenará con botellas que procedentes de otras bodegas de terceros, contratadas ahora por la empresa.