Fraile y el Govern dejan a Foment en números rojos
La patronal Foment del Treball pierde 247.500 euros en 2016, el 6,7% más a causa de los cambios en la representatividad y de la quiebra de la CCC
La patronal catalana Foment del Treball entró en pérdidas en 2015 y el año pasado, pese a recortar gastos y volver al resultado de explotación positivo, siguió en números rojos por dos hechos extraordinarios: la quiebra de la Confederació de Comerç de Catalunya (CCC), que pagaba cuotas y alquilaba su sede a Foment, y por los cambios en la representatividad institucional.
Foment perdió 247.500 euros en 2016, el 6,7% más que en 2015, según las cuentas auditadas presentadas este lunes por la patronal. Los ingresos sufrieron un severo retroceso, pasando de más de 9 millones a 5,6, un 38% menos, pero el resultado de explotación pasó de -153.000 euros a 75.500.
Buena parte de la caída de ingresos, 3,2 millones, se debe a que Foment no recibió dinero para formación el año pasado. Era algo previsto tras los cambios en la adjudicación de los fondos para formación. Pero lo que no era previsto es una pérdida de 330.000 euros de ingresos por representación institucional. Este es el dinero que reciben las patronales y sindicatos por participar en las mesas de negociación con las administraciones.
Por su representatividad, Foment ingresó en 2016 más de 1,03 millones, por 1,36 millones de 2015. La patronal culpó al Govern y a su cambio en la representatividad: decidió igualar el peso de las patronales Foment, Pimec y Fepime en el 33%, aunque posteriormente una sentencia del TSJC ordenó dejarlo en el 60-25-15. La patronal que preside Joaquim Gay de Montellà espera que se ratifique la sentencia para normalizar la situación e incrementar sus ingresos.
Foment ha perdido los ingresos de la CCC, tanto por cuotas como por alquiler de la sede
Otro factor que restó en el ejercicio de Foment fue la quiebra de la CCC. Por un lado, porque dejó de pagar cuotas, y por el otro, por los alquileres. La patronal de comercio que dirigía Miquel Àngel Fraile tenía sus oficinas en el edificio de Foment en la plaça Antoni Maura de Barcelona, y cuando presentó el concurso de acreedores, en septiembre de 2016, ya llevaba meses sin pagar el alquiler de la sede.
Gay de Montellà no se ha mostrado preocupado por el segundo ejercicio consecutivo en pérdidas, que suman casi medio millón de euros en dos años: “No nos preocupa, son circunstancias excepcionales, por un cambio en la representatividad que han terminado dándonos la razón, y por la salida de un socio”.