Fotoprix se encomienda a la generación ‘selfie’ para revivir
El grupo Foto-Ikatz fomentará la marca Fotoprix y aspira a elevar el 40% las ventas de las tiendas adquiridas
Durante décadas fue el icono de la fotografía en España. Las letras rojas sobre el cartel amarillo de Fotoprix se convirtieron en un punto de peregrinación para los amantes del revelado, pero los hábitos cambiaron, la cadena no se adaptó y entró en concurso de acreedores. Ahora, el grupo Foto-Ikatz, con importante implantación en el País Vasco, quiere reflotarla.
La compañía de Vitoria tiene clara la receta. Valentín Basañez, socio director de la empresa, señala el público al que quieren dirigirse: “chicas jóvenes que dan mucho valor a las imágenes que imprimen y mujeres de edad media”. Para hacerse más atractiva, renovará la imagen sin perder su ADN. Desde el logotipo a la decoración serán revisados. “Fotoprix es una marca todavía muy potente”, celebra.
Así, antes de acabar el año el cambio ya será visible en los principales centros de las grandes capitales de provincia. Los comercios más céntricos de Madrid, Barcelona y Valencia, las primeras en pasar por el taller. “Crearemos espacios más cuidados, donde la fotografía sea toda una experiencia y no sólo una tienda”, ilustra.
El nuevo Fotoprix ya no venderá cámaras fotográficas
El ejecutivo corregirá los “errores” cometidos por la anterior dirección. “Dejaremos de vender maquinaria, pues nos obligaba a tener un stock permanente en las tiendas difícil de rentabilizar”. También se recortó el número de inmuebles; sólo las que funcionan permanecen en la red. A los 52 centros actuales esperan añadir el abanico de franquiciados con contratos heredados. “Aspiramos a que se queden con nosotros”, sentencian.
Con ambas medidas, Foto-Ikatz augura una subida media del 40% en la facturación de los establecimientos. Basañez se resiste a dar las cifras absolutas, pero justifica la medida: “son las ventas añadidas que tenemos en nuestras tiendas del País Vasco”.
¿Quién paga las reformas? “El coste de la renovación superará ligeramente el millón de euros”, cifra el directivo. Alrededor de 600.000 euros procederán de la propia compañía y el resto de “un socio industrial”. Tampoco desvela su nombre.
Fotoprix mantendrá la esencia: la venta física
El nuevo Fotoprix mantendrá la esencia de su espíritu: la venta física. No obstante, tampoco deshecha el potencial de la página web. «Si bien nuestro plan se centra en los comercios, la distribución on line de la nueva empresa tiene un margen de crecimiento muy grande», compara.
En el concurso de acreedores, Foto-Ikatz se enfrentó a la empresa de comercio electrónico Flow 2007, fundada por varios ex directivos de Fotoprix. Después de una asamblea, la plantilla se posicionó a favor de la empresa vasca que, pese a salvar a menos trabajadores, daba «más seguridad empresarial y garantizaba la continuidad de la empresa a medio y largo plazo».
El juez, pues, no optó por la mejor oferta económica, ni siquiera por la que más empleo salvaba, sino que prefirió escuchar a los trabajadores.
Fotoprix se declaró en concurso de acreedores en 2014. Aunque en 2016 consiguió llegar a un acuerdo con los bancos y abandonar el concurso, volvió a caer en enero después de que Hacienda embargara los ingresos de las tiendas para cobrar su deuda. Eso le llevó a presentar concurso de liquidación e iniciar la venta.