La fábrica de baterías de Valencia se erige como alternativa para recolocar trabajadores sobrantes de Seat y Ford
La gigafactoría se erige como una oportunidad para ubicar a los empleados que sobren en los centros de ambas automovilísticas
Tanto la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) como la de Seat en Martorell (Barcelona) esperan recortes de empleo. Los dos centros viven tiempos convulsos a la espera de la llegada del coche eléctrico; y la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto (Valencia) se ve como una oportunidad para recolocar a los empleados que sobren dentro de la reconversión que plantean ahora mismo. Aunque el proyecto está a la espera de ser aprobado con el Perte del automóvil, la idea ya sobrevuela ambas compañías.
En las negociaciones del próximo convenio colectivo de Seat, los sindicatos pidieron que los 2.800 trabajadores que sobrarán en Martorell con el aterrizaje del vehículo limpio tengan la posibilidad de trasladarse a Valencia para, manteniendo las condiciones, pasar a trabajar en el centro de cargadores a partir de 2024. La propuesta ya la estudia la organización, que se volverá a reunir con el comité de empresa la próxima semana.
Aunque los sindicatos de Ford no lo dicen abiertamente, la idea también está sobre la mesa en Valencia. El comité de empresa asegura que quiere centrarse en salvar la factoría, pero a nadie se le escapa que hasta la llegada del coche limpio la carga de trabajo será baja.
El consorcio liderado por Volkswagen y en el que también están firmas como Iberdrola, Caixabank, Telefónica, Gestamp o Ficosa asegura que movilizará hasta 7.000 millones de euros. No solo irán destinados a la fábrica valenciana, también se dedicarán a electrificar las instalaciones ya existentes y a desarrollar la plataforma Small BEV, sobre la que se desarrollarán los eléctricos pequeños del grupo.
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Más allá de la inversión, la organización aseguró que la nueva planta de baterías supondrá la creación de 3.000 nuevos empleos, que vendrían a compensar los aproximadamente 2.800 puestos de trabajo que se calcula que se perderán en Martorell con la transición del vehículo de combustión al coche eléctrico.
La intención es que en 2026 la infraestructura ya esté lista para nutrir de motores a los tres eléctricos pequeños que Seat ensamblará en Cataluña y los dos SUV que Volkswagen hará en Navarra.
Una vez el Gobierno anunció que en abril se podrán comenzar a presentar las candidaturas al Perte del automóvil que canalizará los fondos europeos, el grupo germano ya ultima los trámites para hacerlo. “En los próximos días formalizaremos la petición para acogernos a las ayudas del Perte”, avanzó Schmall. La planta será una de las seis gigafactorías de baterías que Volkswagen tiene preparadas para el mercado europeo.
Ximo Puig celebra la decisión de Volkswagen
Las reacciones a la decisión de Volkswagen no se hicieron esperar. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se mostró eufórico con el aterrizaje de la inversión –aunque no esté cuantificado el porcentaje que se destinará a Valencia–. «Supone avanzar de manera decisiva hacia un hecho histórico», celebró, tras meses de negociaciones con el conglomerado germano.
«Se trata de la mayor inversión industrial que ha recibido la Comunitat Valenciana en su historia», señaló. El líder socialista equiparó la llegada de la fábrica de baterías a Parc Sagunt II a la entrada de Ford en Almussafes en 1976. «Volkswagen sabe que aquí encontrará un entorno favorable a esta inversión: el apoyo de la Generalitat, la seguridad jurídica, la estabilidad política, el dinamismo económico y el acuerdo social».