Ford presenta un ERE temporal en Valencia
El fabricante de coches parará la producción de la planta de motores durante 13 días y la instalación de montaje durante otros nueve
Tras varias semanas de amenazas de la cúpula europea, la dirección de Ford España añade un nuevo recorte a su fábrica en Almussafes (Valencia). Inmerso en una crisis de rentabilidad en todo el Viejo Continente, los ejecutivos revisan uno a uno los números de cada uno de sus centros. En medio de la crisis, la filial ibérica anunció la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de 13 días para la planta de motores y de nueve para la instalación e montaje.
El recorte en el único centro de producción de la compañía estadounidense en España comenzará el 9 de noviembre y se aplicará de forma puntual hasta el 31 de enero de 2019. En declaraciones a Las Provincias, el representante de UGT en la instalación, Carlos Faubel, explica que la propuesta de la empresa es que los trabajadores descuenten las jornadas de cierre de sus vacaciones, algo que desde el sindicato rechazan.
Por ello, dirección y empleados mantendrán previsiblemente una reunión el próximo miércoles para analizar la situación. “No aceptaremos este tipo de medidas sin garantías de estabilidad para el próximo año”, advirtió Faubel. Y zanjó: “Es la tercera vez que llaman para hacer ajustes, un hecho que comienza a ser preocupante”.
La planta valenciana ya cerró sus puertas los pasados 10 y 11 de octubre por el descenso de las ventas de vehículos diésel que afecta a todas las marcas en Europa. También está prevista otra jornada de descanso para el próximo 30 de octubre.
El recorte de Ford Europa
En un comunicado emitido a comienzos de octubre, el comité de empresa europeo alertaba de la “grave crisis” de Ford, pero pedía no culpar a los trabajadores de “los numerosos errores de la alta dirección”. Además, ya advertía del “ataque” que sufrirán los salarios del personal en lo que será una de las primeras medidas del plan de choque diseñado desde el cuartel general de la empresa, en Míchigan (Estados Unidos).
Mientras ven como la operativa se revisa planta por planta, los 7.800 empleados de la fábrica de Almussafes (Valencia) auguran tiempos difíciles, pero creen que la producción está asegurada hasta final de año. El secretario general de la UGT en la planta, Carlos Faubel, admitió que son conscientes de que caminan “hacia dificultades”. “Tendremos que soportar mucha presión de la dirección europea”, señaló.
No obstante, confía en aplacar el golpe hasta la entrada de 2019. “Tenemos garantizada una producción estable hasta final de año, y la plantilla está dimensionada para estas cifras”, defendió. Eso sí, de recortarse los números se generarían “muchos problemas, porque el 99% de la plantilla es fija”. «Lo que queremos es que la empresa nos diga la situación real a la que nos tenemos que enfrentar», reclamó.