Ford hará un nuevo ERTE en Almussafes mientras decide si salvar la fábrica
La planta valenciana se ve afectada por la falta de semiconductores y los problemas logísticos derivados de la huelga de transportistas
Con la crisis de los semiconductores todavía lejos de acabar, Ford se verá obligada a presentar un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en la planta de Almussafes (Valencia). La automovilística estadounidense detuvo este lunes la actividad por la falta de piezas que azota al sector desde hace meses. Desde las oficinas del fabricante ya preparan un nuevo ajuste más allá del 31 de marzo, hasta cuando está vigente el ajuste actual.
Los sindicatos informaron este lunes que durante la jornada del martes se aprobará un nuevo ERTE que estará vigente entre abril y junio, justamente cuando la compañía debe decidir si asigna dos nuevos modelos al centro que garantizarían su viabilidad hasta más allá de 2025.
Según UGT, el nuevo ajuste se acordará mañana y mantendrá «intactas» las condiciones del paquete actual. La tranquilidad está lejos de llegar a Almussafes: la escasez de semiconductores continua y la invasión de Ucrania y la huelga de transportistas en España han incluso complicado los suministros.
De este modo, Ford no tiene más remedio que presentar un nuevo ERTE debido a que al actual solamente le queda un día de aplicación. Además, el ajuste caducaba el próximo 31 de marzo. Con la nueva ronda de contactos, se prolongarán los despidos hasta el mes de junio.
Ford contará así con tres meses de estabilidad laboral hasta que llegue la fecha de comunicar si mantiene la apuesta por la planta de Valencia o si por el contrario destina su inversión a Saarlouis (Alemania). Ambas fábricas se disputan la adjudicación de dos nuevos modelos eléctricos. Solo con ellos los centros serían viables a partir de 2025, por lo que en la empresa auguran que la instalación que no esté agraciada se verá obligada a bajar la persiana.
Ford ya pactó con los trabajadores las nuevas condiciones
Para captar los dos vehículos, sindicatos y empresa alcanzaron un acuerdo de competitividad. El pacto alcanzado entre UGT, sindicato mayoritario en Ford Almussafes, y la dirección de Ford Europa es un plan a cinco años, basado en salarios y flexibilidad y condicionado a que se asigne a Almussafes la plataforma eléctrica de los futuros vehículos. Las medidas de flexibilidad pactadas entrarían en vigor a partir de 2025, y estarán condicionadas a la adjudicación y demanda de esos nuevos coches.
Para UGT, es un acuerdo equilibrado en el contexto actual de Ford en Europa, y debe posibilitar el futuro de la fábrica para los próximos 15 años, por lo que ha pedido el apoyo de los trabajadores para mostrar «una imagen de solidez y estabilidad de la planta».
Para los sindicatos STM-IV, CCOO y CGT, sin embargo, esta propuesta supone la congelación de los salarios de los trabajadores durante los próximos 4 años, el aumento de la jornada laboral y la obligatoriedad de trabajar hasta 18 sábados a cambio de poder optar a la fabricación de nuevos modelos.