Ford amenaza con «duras decisiones» a su fábrica española
El grupo estadounidense revisa todo su negocio en Europa y advierte que tomará decisiones "difíciles y duras" en todas las fábricas ante la falta de rentabilidad
Ford pasará la tijera en España. La cúpula europea del fabricante admitió a los trabajadores de las fábricas del Viejo Continente que tomará decisiones «difíciles y duras» en cada una de las plantas. La compañía estadounidense cuestiona toda su operativa en el territorio, y la instalación valenciana de Almussafes está entre las señaladas, pues las ventas no acompañan y hay un excedente de plantilla.
En declaraciones recogidas por Efe, el representante sindical de la UGT, Carlos Faubel, calificó de «larga, tensa y difícil» la reunión mantenida con la dirección de la empresa en Colonia (Alemania). «Salimos con malas sensaciones», reconoció. «La cúpula europea alega que no tiene otra salida ante los resultados actuales y dice que no invertirá un euro más si no tiene el retorno de garantizado», añadió.
Por ello, Steven Armostrong, presidente de Ford Europa, explicó que se recortará la producción y el empleo en todas las fábricas.
El golpe en Valencia se notará. A pesar de no ser de las peor paradas, la propia empresa señala un exceso de trabajadores en la instalación. El recorte no será de los más sangrientos de entre las plantas que el fabricante tiene en el Viejo Continente, pero reducirá los 7.800 empleos que genera en la actualidad.
La fábrica valenciana de Ford lleva años con problemas
El ajuste no será una novedad. La fábrica arrastra recortes desde 2015. Se acabó con los trabajadores eventuales y temporales y se aplicaron numerosas prejubilaciones. Los pactos laborales se incumplieron sistemáticamente.
El último acuerdo con la plantilla fue aprobado el pasado mes de enero y debía garantizar la tranquilidad en la planta hasta 2021. La empresa se comprometió a convertir en fijas a 304 personas en dos años y pactó con los sindicatos una subida de sueldo del 2,5% en el año 2019, del 1,5 % en 2020 y del IPC real más medio punto para el año 2021.
Además, las ventas de los modelos fabricados en Almussafes no acompañan. Las Provincias informó de que la producción en el primer semestre de 2018 es inferior a la del mismo periodo de 2017, con caídas del 44,19% en el caso de modelo S-Max (9.600 unidades) debido al viraje del mercado, que da la espalda a los monovolúmenes en favor de los SUV.
El Ford Galaxy también bajó el 27,7% (7.300 unidades) y el Kuga perdió el 20% de la producción (80.000 unidades). Mientras, la fabricación de la Conect descendió el 6,1% (56.000 unidades) y la del Mondeo, el 14,4% (56.000 unidades).
Ford sufre con el diésel
Si bien Ford no sufrió retrasos en la homologación de motores bajo la nueva normativa europea de emisiones WLTP, sí nota como los clientes dieron la espalda al diésel en los últimos años. Según los datos de la patronal europea de fabricantes, hace un lustro era el combustible preferido de 11 países de Europa, pero al cierre de 2017 sólo reinaba en cinco.
«Hemos tenido dificultades, sobre todo por el diésel, pero hay que compensar los problemas», admitió el presidente de Ford España, Jesús Alonso, en un encuentro con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. La solución podría ser la alianza con otras marcas.
No obstante, la empresa ya se adaptó a la atonía de las ventas y este mes de octubre estará cerrada los días 10 y 11 al ser consideradas jornadas industriales, una de las medidas de flexibilidad garantizadas en el convenio colectivo.
El efecto Trump
La revisión del plan de negocio en Europa coincide con la campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, contra la deslocalización de la producción y las amenazas de aranceles para los vehículos producidos fuera del país. «Estamos dispuestos a adoptar cualquier paso que sea necesario para proteger a la industria de Estados Unidos y a sus trabajadores de prácticas comerciales extranjeras enjutas», advirtió en verano el magnate.
Aproximadamente el 80% de los automóviles hechos en España que se exportan a Estados Unidos llevan el sello de Ford. Un portavoz de la compañía del Estado de Michigan explicaba en junio a Economía Digital que alrededor del 25% de los Ford Connect producidos en la fábrica de Almussafes (Valencia) se envían a EEUU. De este modo, en 2017 alrededor de 28.000 vehículos se vendieron en el mercado estadounidense; la mayor parte en la ciudad de Nueva York.