Foment y Pimec, más cerca
Las dos patronales catalanas ultiman un acuerdo básico para proseguir con la fusión
La tercera ronda de conversaciones tendentes a propiciar la fusión de las dos patronales catalanas cobrarán un impulso definitivo la próxima semana. Tanto Foment del Treball como Pimec han mostrado acuerdos en un 80% de los asuntos que ambas organizaciones consideran determinantes para proseguir con el proceso de unidad. De superarse las diferencias que se tratarán en los próximos días, la integración sólo dependería de acordar los aspectos operativos, según ha podido saber Economía Digital de fuentes de Foment informadas de la negociación.
Las conversaciones se están desarrollando en el marco de un pacto tácito de silencio por parte de Joaquim Gay de Montellà (Foment), Josep González (Pimec) y Eusebi Cima (Fepime, adscrita a Foment). La próxima semana podrían incorporarse también a la negociación Joan Pujol, Antoni Cañete y Salvador Guillermo, secretarios generales de las tres asociaciones.
Consenso sobre el modelo
Vuelve a existir consenso en cuál debe ser el modelo de integración, que respeta la fisonomía jurídica y representativa de Foment y Pimec, e incluso se ha avanzado con éxito en cómo se intercambiarían (mediante un cruce en las vicepresidencias) las personas que conforman los diferentes órganos de gobierno.
Si prospera este tercer intento de fusión, dos cúpulas especializadas en la defensa de los intereses de la gran empresa y de las pymes convivirán a efectos de representatividad ante las instituciones, pero con la garantía de que puedan tener voz propia en algunas cuestiones que afectan de manera diferente a sus representados. Existe, pues, voluntad clara de consenso en la cúpula negociadora.
El problema, el territorio
Los flecos pendientes para resolver la integración vuelven a situarse en las organizaciones adscritas a Foment del Treball, tanto de carácter sectorial como territorial. Las patronales de Girona (Foeg), Tarragona (Cepta), Lleida (Coell) y Terrassa (Cecot) forman hoy Fepime y pertenecen a Foment. Bajo el nuevo esquema, se fusionarían con las territoriales respectivas de Pimec. Los negociadores deberán resolver si ese nuevo mapa tendría una doble dependencia o bien quedaría resguardado bajo el paraguas de Pimec.
De hecho fueron estas organizaciones quienes bloquearon el último intento de fusión. Los efectos de la crisis en sus cuentas y la presión política para que se cierre con éxito este tercer intento pueden ablandar las pretensiones de las territoriales que coordina Cima, aunque sigue subyacente la resistencia a incorporarse a Pimec.
Una solución para Foment
Al margen de cuestiones de menor calado como dónde se situará la sede institucional de la cúpula resultante o la distribución de la representatividad ante las administraciones y otras instituciones, Foment aspira a resolver la disputa por la representatividad que se ha suscitado en su propio seno. Una polémica sentencia otorgó a Fepime la condición de patronal representativa, una facultad que hasta ahora sólo disfrutaban Foment y Pimec.
De forma tradicional, las dos patronales compartían la representatividad en proporciones del 75% (Foment) y 25% (Pimec). La sentencia está suspendidas por los recursos presentados, por diferentes motivos, por la Generalitat y Pimec. Pero en Foment late el temor a que pudiera producirse una situación final que distribuyera la representación a tercios entre las dos organizaciones con más tradición y la neonata Fepime.
La incógnita de Terrassa
Otro escollo a resolver tiene su foco en Terrassa, donde la Cecot que preside Antoni Abad mantiene ciertas discrepancias de modelo y concepción patronal con Foment. De cerrarse la fusión, Cecot sería una de las organizaciones que tendría más limitado su recorrido futuro, según todas las fuentes consultadas. La difícil convivencia entre Abad y Gay de Montellà en los últimos meses podría haber alentado al segundo al acercamiento a Pimec, según otros empresarios próximos a la negociación.