Foment redobla el pulso con el Govern
La gran patronal catalana deja vacías sus sillas en el Consorci per a la Formació Contínua, dos semanas después de abandonar el consejo del SOC
Hace quince días fue el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), y ahora es el Consorci per a la Formació Contínua de Catalunya. La gran patronal catalana, Foment del Treball, ha vuelto a dejar vacías sus sillas para mostrar su total oposición al reparto de la representatividad empresarial en las mesas de negociación, un culebrón que tiene visos de eternizarse.
Foment no formará parte del consejo del consorcio para la formación de trabajadores, que evalúa políticas y reparte ayudas, como tampoco forma parte del consejo de dirección del SOC. La conselleria de Treball acaba de nombrar a los vocales de la Generalitat, CCOO, UGT y Pimec, pero no a los de Foment ni Fepime (que agrupa a las pymes de Foment).
La causa es que la organización que preside Joaquim Gay de Montellà no propuso a sus candidatos, ya que no acepta la representatividad del 33% para cada una de las patronales dictada por Treball. Por ello, Pimec sí que tendrá a sus tres representantes, pero ni Foment ni Fepime estarán en la mesa.
Sigue el lío
La pugna de Foment con el Govern por la representatividad se remonta a la pasada legislatura, cuando el conseller de Empresa, Felip Puig, que tenía las competencias de Empleo, sacó a Fepime de las mesas de negociación a pesar de una sentencia del TSJC de 2011 que le reconocía la condición de más representativa.
Esta sentencia llevó a Pimec a presentar recurso, y Puig le dio la razón. Tras las protestas de Foment, el conseller optó por intentar reformar la representatividad, pero dejó su proyecto a medias.
La actual consellera de Treball, Dolos Bassa, optó por pedir a las patronales que se pusieran de acuerdo, como hacen los sindicatos, sobre la representatividad de cada una, o para buscar la manera de contabilizarla. Mientras lo hacen, optó por la decisión salomónica de repartir las sillas a partes iguales entre las tres patronales.
Sin embargo, Foment considera que el reparto debe ser el que había antes del órdago de Puig contra Fepime: 60% para Foment, 25% para Pimec y 15% para Fepime.