Folch-Rusiñol entrena a su hijo para la presidencia de Titán
El directivo de 27 años toma las riendas del grupo de complementos de motocicletas Corver
La cuarta generación de la familia Folch-Rusiñol se prepara para tomar las riendas de Industrias Titán. El presidente del principal fabricante de pinturas de España, Joaquín Folch-Rusiñol Corachán, ha decidido dejar en manos de su hijo de 27 años, Joaquín Folch-Rusiñol Faixat, una de sus participaciones más queridas: Corver, el grupo especializado en motocicletas.
A sus 60 años, el también consejero independiente de Banc Sabadell quiere que su hijo mayor tenga sus primeras experiencias al frente de un negocio, según afirman fuentes de su entorno. Aunque el entrenamiento de Joaquín Folch-Rusiñol junior empezó hace casi dos años. En octubre de 2011, se incorporó al grupo de pinturas como adjunto a la dirección general.
Compaginar actividades
Llegar a la presidencia de Corver no significará abandonar su formación en Industrias Titán, según los mismos interlocutores. El heredero de la compañía compaginará ambas actividades, aunque no ha transcendido si cumplirá con este objetivo repartiendo su presencia de forma regular entre el polígono de El Prat del Llobregat (Barcelona), en el que se encuentran las factorías del grupo de pintura, y la zona productiva de Gavá (Barcelona), donde el grupo especializado en las dos ruedas tiene la sede social.
Corver vende tanto componentes para motocicletas como para motoristas. La empresa nació a finales de los años 60 como un taller en Barcelona fundado por Juan Cortés al que se unió posteriormente Jaume Verge (sus dos apellidos conforman el nombre de la compañía). Alberto Folch Rusiñol, el abuelo del nuevo presidente, se incorporó al accionariado cinco años más tarde. Poco a poco, la familia de banqueros e industriales se hizo con el control de la empresa, que llegó a construir automóviles a medianos de los 60 con la base de los Seat de la época.
Actualmente, Corver sólo se dedica a la importación de piezas y complementos de motocicletas, su gran especialidad. El reto del nuevo presidente será atajar la caída de beneficios de la compañía, aquejada por la crisis del sector.
Resultados
En 2011, las últimas cuentas presentadas en el registro mercantil, obtuvo unos beneficios de 21.300 euros frente a los 81.600 euros de 2010. En cuanto a la facturación, cayó 1,1 millones de euros entre los dos años. Pasó de los 8,6 millones a los 7,4 millones un año después.
Industrias Titán también está afectada por la crisis, aunque en 2011 evitó los números rojos gracias a sus participadas. Mantuvo los ingresos en 128 millones de euros, en línea del año anterior, y consiguió unas ganancias de 1,23 millones prácticamente por los dividendos de Banco Santander y otros ingresos financeros, que alcanzaron los 2,78 millones. También son las últimas cifras presentadas al registro mercantil, ya que cierra el ejercicio en octubre.