Florentino Pérez fía el 70% del beneficio de ACS a las participadas extranjeras y a Abertis
ACS ganó un 66% más en 2022 con protagonismo para la alemana Hochtief, la australiana Cimic y la concesionaria española
ACS es más internacional cada año que pasa. El grupo constructor de Florentino Pérez depende cada vez más de sus participadas, especialmente las internacionales, para ganar dinero, mientras el negocio de su matriz y de filiales históricas como Dragados pierden peso. Hasta el 70% del beneficio de la compañía depende de Hochtief, Cimic y de la concesionaria Abertis.
Este lunes, ACS presentó los resultados de 2022, cuando ganó 668 millones de euros, un 66% más, después de incrementar un 20,8% sus ingresos, hasta los 33.615 millones. El ebitda creció un 9,4%, hasta los 1.747 millones, y la cartera de pedidos un 8,3%, hasta los 68.996 millones. El negocio en España, no obstante, solo supone el 9%, dos puntos menos que en 2021.
Siete de cada diez euros de beneficio corresponde a tres participadas. La constructora alemana Hochtief, de la que ACS tiene el 68%, ganó cerca de 500 millones, y su contribución a los beneficios de el grupo español se situó próxima a los 330 millones. La alemana incluye a su vez la australiana Cimic, otra de las joyas de la corona del grupo. Entre las dos sumaron la mitad del todo el beneficio de ACS y buena parte de las ganancias de su negocio de construcción, que fue de 350 millones, un 28% más.
La segunda gran fuente de beneficios del grupo que dirige Juan Santamaría son las concesiones, con 194 millones, un 16% más. Pero la gran mayoría no son las concesiones de ACS sino la contribución de Abertis, de la que la constructora tiene el 30%, que aportó 143 millones a los números negros de la compañía de Florentino Pérez, el 21% de sus beneficios.
La internacionalización no se nota solo en las empresas que dan mayores beneficios, sino también en los países en los que trabaja. Estados Unidos, como se reflejaba en las cuentas de Hochtief, ya supone más de la mitad de la cartera de proyectos del grupo ACS y roza dos tercios de sus ventas tras subir nueve puntos en un solo año, hasta el 62%. Asia Pacífico, principalmente Australia, supone un 22% del negocio de ACS, por un 9% de España, un 6% del resto de Europa y solo un 1% de América del Sur.
La apuesta de Juan Santamaría
Los resultados suponen un espaldarazo a la apuesta emprendida por Santamaría desde que tomara las riendas de la constructora, en mayo el año pasado, en sustitución de Marcelino Fernández Verdes, que sigue solo como presidente no ejecutivo de Abertis. Sus años de CEO de Cimic, con el crecimiento que tuvo la filial australiana, le avalaban.
ACS decidió el año pasado crecer en Hochtief con la compra del 14,5% que tenía. Atlantia, acciones que venían de la opa conjunta de ambas sobre Abertis. En ese momento, en 2018, Florentino Pérez colocó una parte de la filial alemana a los Benetton para abaratar su factura en la opa y cuatro años más tarde, aprovechando las necesidades de liquidez de la familia italiana, las recompró.
A su vez, la empresa alemana hizo una opa por el 21,4% de Cimic. Ambas operaciones dejaron la caja de ACS tiritando: se redujo en 1.785 millones, hasta solo 224 millones. Sin embargo, crecer en el accionariado de ambas participadas, las que mejor se están moviendo en el mercado internacional, ha tenido como recompensa unos mayores beneficios, aunque sea a costa del negocio en España.
También ha hecho desinversiones. Su concesionaria, Iridium, vendió una autopista en Canadá por 86 millones, mientras que en energía se deshizo de activos renovables por 353 millones, en concreto el 25% de unas plantas fotovoltaicas a la portuguesa Galp.