Fintonic, estrella de las apps financieras, muestra sus grietas
Hasta los consejeros delegados de los bancos han puesto dinero en el proyecto que prometió revolucionar las finanzas pero que empieza a levantar dudas
Fintonic, la aplicación que controla las finanzas personales de medio millón de españoles, llegó a captar la atención y los millones de fondos de inversión y hasta ex consejeros delegados de los grandes bancos españoles, como BBVA, Banco Santander e ING. Pero el negocio de Fintonic, que promete poner orden en las finanzas personales y hacer ahorrar a sus usuarios, comienza a mostrar debilidades.
El número de usuarios de la compañía ha crecido durante los últimos años hasta superar el medio millón, pero su cifra de negocio no ha aumentado en la misma proporción; todo lo contrario. Fintonic cae en facturación y el peligro que conllevan las estrictas leyes de protección de datos amenazan con liquidar su negocio.
Fintonic agrupa las cuentas de los usuarios y sus diferentes depósitos, tarjetas y créditos. Detalla los gastos y hace recomendaciones, en base al consumo y al perfil, de productos financieros y seguros. Ése es, precisamente, su negocio, con el que cobra comisiones por productos contratados.
Pero la empresa, que promete máxima transparencia con las cuentas de sus clientes, no ofrece detalles sobre las suyas propias. Fintonic oculta el verdadero negocio sobre esas contrataciones.
Los resultados de 2017, los últimos publicados por la empresa, muestran una reducción en la cifra de negocios de la aplicación, justo el año en que la compañía logró su última ronda de financiación de 25 millones de euros para ampliar sus negocios en América Latina.
Consultada sobre el desempeño del negocio de los últimos años, la empresa ha declinado hacer cualquier tipo de comentario.
¿Un fiasco en formación?
Fintonic facturó más de 914.000 euros en 2016. Un año después, duplicó el gasto en personal, pero la cifra de negocios, en lugar de dispararse, bajó hasta los 896.000 euros.
La empresa fue fundada por Sergio Chalbaud, consejero delegado, y por Aitor Chinchetru y Guadalupe Iturriaga, quienes también forman parte del equipo directivo y concibieron una compañía 100% tecnológica enfocada en la gestión de finanzas personales.
Quienes han tratado con ellos, los describen como un grupo de profesionales capaces y simpáticos, aunque algunas de las críticas soterradas apuntan hacia un exceso de soberbia que les ha impedido medir sus posibilidades reales.
Uno de sus socios, Atresmedia, les ha brindado publicidad en todas sus plataformas, tal como lo han hecho con otras startups del sector como Wallapop, una de las grandes promesas tecnológicas españolas pero cuyo desempeño concreto también ha sido puesto en duda.
Los consejeros delegados de grandes bancos como Javier Martín, del Santander; Pedro Luis Uriarte Santamaría, del BBVA, y Carina Szpilka, de ING, han invertido en la startup.
La gran banca hace fuertes apuestas por la nueva industria tecnológica de las fintech. Hace más de 15 años, el Santander pagó más de 600 millones de euros por Patagon y, al final, tuvo que crear casi desde cero su marca Openbank y reconocer el despilfarro.
Fintonic ha pasado de 4,5 millones de pérdidas a 7,5 millones en su último ejercicio declarado. Sobre los resultados del año pasado, no quiere ni hablar. La opacidad genera más dudas. ¿Se está convirtiendo en otro fiasco?