Ferrovial contrata a Santander en la recta final de su salida de España
Este martes comienza el plazo para solicitar el derecho de separación de los accionistas de Ferrovial que no quieran que la compañía se traslade a Países Bajos
Ferrovial ha elegido al Banco Santander para gestionar las peticiones de accionistas de la constructora que quieran ejercer su derecho de separación del proyecto para trasladar la sede social de Ferrovial a Países Bajos.
Según informó Ferrovial a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Santander recibirá las solicitudes, contrastará cada una de ellas para verificar que el accionista está legitimado para pedir la separación, la reclama para un número de acciones que no excede a las que las puede aplicar y notificará a Ferrovial el número total de acciones respecto a las que se ha ejercitado debidamente la separación.
Los accionistas de Ferrovial legitimados para ejercer el derecho de separación podrán tramitar su oposición en el plazo de un mes a contar desde hoy.
Podrán ejercer la separación respecto de las acciones que tuvieran inscritas a su nombre en el sistema de anotaciones en cuenta bajo la gestión de Iberclear cinco días antes de la Junta, siempre que sigan siendo titulares de las mismas en el momento en el que se ejercite el derecho de separación. La separación se podrá aplicar sobre todas o sobre algunas de las acciones que cumplan las condiciones.
El precio de adquisición de las acciones bajo separación será de 26,0075 euros por acción, que es el precio medio de cotización en los tres últimos meses hasta el 27 de febrero, el día antes de que se anunciara la fusión de la filial española con la holandesa y con ello, el traslado de sede social.
Los accionistas podrán ejercitar su derecho de separación mediante comunicación escrita dirigida a los depositarios con los que tengan depositadas sus acciones. Para que se entienda válidamente ejercitado, la comunicación deberá contener una instrucción al depositario correspondiente para que inmovilice las acciones.
Por otra parte, la constructora informó de que ningún acreedor de su filial holandesa ha ejercido el derecho de oposición al proyecto.
La constructora aprobó la semana pasada en Junta la fusión que supone dejar de cotizar en España y trasladar su sede social a Países Bajos con el objetivo de saltar a Wall Street. Un 5,79% de los accionistas votó en contra, porcentaje superior al 2,64% por el que la constructora estaba dispuesta a pagar como máximo para dar por segura la operación.