Ferrovial da la batalla a Iberdrola por la eólica marina catalana
La compañía se convierte en la sexta promotora interesada en instalar un parque offshore en Girona, con un proyecto de 510 MW
La Tramuntana que sopla en el golf de Roses (Girona) tiene nuevo pretendiente. Después que lo hayan hecho Iberdrola, Cobra y más recientemente Capital Energy, Ferrovial ha presentado al Ministerio para la Transición Ecológica su proyecto para instalar un parque eólico marino frente a la costa del Alt Empordà, la ventosa comarca situada en el norte de Cataluña.
Según figura en la página de tramitaciones ambientales del ministerio de Teresa Ribera, la empresa presidida por Rafael del Pino, a través de su filial Ferrovial Infraestructuras Energéticas, se ha sumado esta semana a la puja para instalar aerogeneradores que producirían unos 510 megavatios (MW). Esta potencia proporcionaría electricidad a unos 500.000 hogares, aproximadamente. La compañía colgará en las próximas semanas toda la documentación necesaria para poder empezar el periodo de consultas.
Hace un mes, Capital Energy trasladó al Gobierno su plan para levantar un parque eólico en la costa gerundense, también de 510MW. Entes lo hizo Iberdrola, con un proyecto levemente más discreto, de 500 MW, que comportaría la instalación de aerogeneradores de 14 MW. En su caso, ocuparía alrededor de 212 kilómetros cuadrados a una distancia mínima de la costa de entre 12 y 17 kilómetros.
La iniciativa de mayor envergadura es la promovida por el grupo Cobra, el operador de infraestructuras industriales que pertenecía a ACS. La compañía quiere alzar unos 41 aerogeneradores en una superficie de 220 kilómetros cuadrados, que generarían unos 1.200 MW.
El proyecto conocido como Parc Tramuntana, impulsado por BlueFloat Energy y SENER, también tiene unas pretensiones similares y es el que más se ha dado a conocer tanto a nivel nacional como en las localidades cercanas al golfo. Esperan instalar 35 molinos a unos 24 kilómetros de la costa en dos fases: la primera tendría una potencia de 450 MW y la segunda construiría entre 550 y 600 MW adicionales.
Una ingeniería vasca, el proyecto más pequeño
Por último, la ingeniería vasca Saitec espera desarrollar un proyecto de menor potencia, que podría complementarse con el del resto de promociones. Se situaría a 15 kilómetros del litoral y tendría una potencia de solo 50 MW, cubriendo las necesidades de unos 50.000 hogares.
Girona no ha sido el único territorio donde ha puesto su mirada Ferrovial. La operadora de infraestructuras también ha apostado por el viento gallego, presentando al ministerio dos propuestas de casi 500 MW de potencia cada una. La primera se localiza en la costa de Lugo y la segunda en las Rías Baixas, en Pontevedra.
A la espera de los POEM
Sin embargo, la cotizada y los otros promotores tendrán que ser pacientes. Por ahora, el Gobierno no ha aprobado los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), que deben decretar en qué zonas se pueden instalar estos parques. Existe, eso sí, un borrador del documento que establece las llamadas Zonas de uso prioritario para la energía eólica marina, entre las cuales se encuentra esta superficie de más de 220 kilómetros cuadrados en el golf de Roses, la única zona de la costa catalana.
Recientemente, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, afirmó durante su intervención en el evento organizado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE) que espera que los POEM estén listos en las próximas semanas. Por lo que respecta a la regulación, matizó que lo más importante es que esté ajustada a la realidad actual y deseó su pronta llegada. Después, empezarán las subastas que determinarán qué promotor ejecuta cada proyecto, siempre y cuando hayan pasado el corte de la evaluación ambiental para garantizar que no generan un impacto negativo significativo en el medio.
Por su parte, la Generalitat de Cataluña espera generar alrededor de unos 1.000 MW de electricidad con la instalación de aerogeneradores marinos, lo que aportaría el 50% de la demanda eléctrica de la provincia de Girona. Esta región es altamente dependiente de las importaciones procedentes del resto de la comunidad autónoma. Por ahora, no hay ningún molino instalado en el Alt Empordà, ni en tierra ni en mar, pese a ser conocida por su fuerte Tramuntana.
Esta semana el departamento de Acción Climática del Govern ha publicado en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) tres anuncios por los cuales somete a información pública tres solicitudes de autorización administrativa de construcción de proyectos de instalación de placas fotovoltaicas. El primero tiene una potencia de 28.000 kilovatios, mientras que los otros son de 495 KW y 350 KW, los tres localizados en Lleida. Ni rastro de la energía eólica, de Girona o de su recurso eólica, sea en tierra o en mar.