Fainé: «Las empresas necesitan políticas públicas acertadas para no perder confianza»
El presidente de La Caixa pide que la colaboración entre el sector público y privado vaya más allá de los fondos europeos
Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de Criteria. Imagen: La Caixa
El presidente de Criteria Caixa y de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, cree que para salir del «bache» económico que atraviesa España las «políticas púbicas» del Gobierno deben ser «acertadas», así las empresas no perderán confianza. Al contrario, generarán empleo y colaborarán con la riqueza del país. De esta manera, el bache será «suave y corto».
Así lo destacaba este jueves en la clausura de un encuentro empresarial organizado por la Fundación CEDE, la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, donde también ha pedido más colaboración entre el sector público y privado. Y que dicha colaboración no se centre en proyectos concretos, como los fondos europeos.
En concreto, Fainé pedía dialogo social, pacto de rentas, marcos regulatorios sectoriales y diseñar un sistema tributario «que sea equitativo en toda España y no solo en algunas regiones». En este sentido aprovechaba para expresar que las empresas «no son el enemigo a batir, ni el problema» y pueden formar parte de las posibles soluciones.
Fainé: «La economía tiene más sobras que luces»
«Si nos dejan somos capaces y queremos contribuir con los desafíos que debe afrontar el sector público». Por otra parte, Fainé destacaba que la coyuntura económica «tiene más sombras que luces» en el corto y medio plazo, en los próximos dos años. El shock de la pandemia y después, de la guerra, ha deteriorado la economía y se ha traducido en un estallido repentino de la inflación a lo largo del planeta.
El brote económico, aseguraba, «ha sorprendido a los mismos bancos centrales que se enfrentan ahora a un desafío inesperado, doblegar la inflación y evitar la recesión». El presidente de La Caixa no se muestra seguro de que esto se conseguirá, sabe que se necesitará tiempo.
Pero a su juicio, «la medicina monetaria, por amarga que sea, es la correcta». Refiriéndose aquí a la subida de tipos, la compra de bonos y la transmisión de confianza para que el bache sea lo más corto posible, concluía.
