Esther Koplowitz fuerza a FCC
Al no cerrar la refinanciación de sus 1.000 millones de deuda, la constructora aplaza la ampliación de capital
Contra todo pronóstico, Esther Koplowitz y sus tres hijas –Esther Alcocer, la presidenta de FCC, y sus hermanas Alicia y Carmen– salieron de la reunión del consejo de administración de la constructora con el control del 50,1% de su capital.
La falta de acuerdo de la máxima accionista con BBVA y Bankia para refinanciar el préstamo de más de 1.000 millones que pesa sobre B-1998 –la sociedad a través de la que la familia Koplowitz mantiene la mayoría accionarial en FCC– ha impedido que se aprobara una más que necesaria ampliación de capital por importe de 1.350 millones de euros y la consiguiente dilución de su participación por debajo del 30%.
No obstante, parece cuestión de días que la capitulación final de Koplowtiz en FCC se lleve a término. El hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores por el consejo, tras tres horas de reunión, señala la intención de convocar una sesión extraordinaria con un único punto en el orden del día, aprobar la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas “a la que se sometería la futura ampliación de capital de FCC, dirigida a reforzar la estructura de capital propio, reducir el endeudamiento y aumentar el resultado del Grupo”.
La tensión en el seno del consejo se podía cortar con un cuchillo. Sus quince miembros sabían y saben que la ampliación, por ese importe, es la única salida para paliar, en todo o en parte, las consecuencias asumidas con esos 1.350 millones de euros incluidos en el tramo B del acuerdo de refinanciación firmado el pasado 1 de abril. Ese brutal interés progresivo del 11% al 16%, que casi cuadruplica los diferenciales actuales que se manejan, y que la empresa no está en condiciones de afrontar.
Ampliación contra reloj
Al no salir adelante la ampliación de capital, o se realiza la referida convocatoria extraordinaria en el plazo de unos días o será materialmente imposible que el proceso concluya antes de que finalice el presente ejercicio. De no hacerlo, FCC se verá abocado a tener que pagar, a partir del 1 de enero de 2015, intereses del 11%.
Una solución, la de la ampliación de capital, que pasaba previamente porque Esther Koplowitz se presentara ante el consejo con la buena nueva de haber alcanzado un acuerdo con BBVA y Bankia para novar, una vez más, esos ya más de 1.000 millones de euros que adeudan B-1998 y Azate, las dos sociedades instrumentales a través de las que la empresaria controla el 50,1% de FCC. No fue así.
Tira y afloja entre Koplowitz, Bankia y BBVA
El tira y afloja de esta negociación entre las dos entidades financieras y la accionista de control de la constructora se había llevado, por ambas partes, hasta las últimas consecuencias en las últimas semanas.
Aunque no parecía que los bancos se pusieran tan duros y daba la impresión de que, al final, volverían a dar un nuevo alargue a la devolución del préstamo sin más, finalmente no ha sido así.
La carta remitida hace dos semanas dejaba claro que la única solución para que el préstamo no fuera declarado como impagado, el próximo 15 de diciembre, pasa porque Koplowitz capitule y ceda.
La empresaria, contra la pared
Que firme la ampliación de capital por esos 1.350 millones de euros planteados y, a partir de ahí, que venda los derechos de sus acciones para hacer frente al pago de intereses pendientes y futuros. De no hacerlo, ejecutarían las garantías del préstamo, que no son otras que la mitad de las acciones de FCC en manos de la instrumental B-1998.
Esther Koplowitz se negó en redondo. Primero, a perder el control de su 50% en FCC y, después, a que ese porcentaje se diluyera por debajo del 30%. Al final, no le va a quedar otra.
FCC, capitalización de 1.750 millones
Con una capitalización bursátil de la compañía que, al cierre de ayer miércoles, se situaba en los 1.750 millones de euros –con la acción a 13,8 euros–, el valor del 50% que todavía atesoraban Esther Koplowitz y sus hijas apenas vale ya 875 millones de euros. Una cantidad que no da ni para cubrir el principal del préstamo adeudado por B-1998.
Para que la familia Koplowitz mantenga su participación en el 30%, la ampliación tendría que limitarse a apenas 900 millones de euros. Cantidad a todas luces insuficiente para la recapitalización que FCC necesita. Sobre todo para amortizar parte de esos más de 4.500 millones de deuda refinanciada en abril. En especial esos 1.350 millones del tramo B, con intereses leoninos, cuyos títulos serían canjeables por acciones si en 2018 no se puede afrontar su total devolución.