Estados Unidos autoriza la entrada del fondo de Singapur en Grifols Biomat
La cotizada española percibirá 1.000 millones de dólares para recortar deuda a cambio del 23,8% de la filial norteamericana
Grifols consigue los permisos necesarios para dar entrada al fondo soberano de Singapur (GIC) a su filial estadounidense. Cuatro meses después de llegar a un acuerdo con el vehículo inversor asiático, la cotizada española recibió el visto bueno de Estados Unidos para deshacerse del 23,8% de Biomat USA a cambio de una inversión de 990 millones de dólares (875 millones de euros al cambio actual) que utilizará para recortar la deuda.
La compañía codirigida por Víctor y Raimon Grífols anunció este miércoles que el Comité para el Control de las Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) dio las autorizaciones necesarias para la entrada de GIC a la sociedad, que gestiona 300 centros de recogida de plasma en el país norteamericano.
GIC invertirá 990 millones de dólares a cambio de 10 acciones ordinarias de Clase B y 9 acciones ordinarias de Clase B de una sociedad de nueva creación. En total, las participaciones representarán de forma directa e indirecta el 23,8% del capital social de Biomat.
Grifols mantendrá así la mayoría de los títulos de la filial estadounidense y garantiza que controlará «todos los aspectos relacionados con la gestión de Biomat y los 300 centros de obtención de plasma que conforman la red en Estados Unidos». «El plasma recogido seguirá siendo suministrado a Grifols para la producción de medicamentos mediante un contrato a largo plazo», añade la empresa en el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
«Estamos muy satisfecho de haber superado los requisitos regulatorios de esta transacción estratégica, que pone de manifiesto la confianza de GIC en nuestro modelo de negocio», celebró Alfredo Arroyo, director financiero de la compañía.
Grifols recorta deuda
La organización utilizará los 990 millones de euros procedentes de Singapur para recortar la deuda. Con un múltiplo de 4,9 veces en la comparación entre deuda y Ebitda y un pasivo que alcanzaba los 6.475,5 millones, la situación ya estaba tensionada en junio, pero la presión se agudizó a finales de septiembre con la adquisición de la alemana Biotest.
Grifols tuvo que emitir deuda por 2.000 millones de euros para financiar la compra de su competidor europeo, con el que sumará 26 nuevos centros de captación de plasma.
Grifols anunció al mercado que gracias a la operación y a la recuperación tras la pandemia alcanzará unas ventas de 7.000 millones de euros en 2024. Para entonces, la cotizada quiere recortar su ratio entre la deuda y Ebitda hasta las 3,5 veces. El dinero de GIC ayudará a ello.