Escrivá recuerda las ayudas públicas para criticar los ERE de Caixabank y BBVA
Primero fue Montero, luego Calviño y ahora Escrivá. El Gobierno planta cara a la banca después de anunciarse 11.000 despidos en dos días
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha recordado a Caixabank y BBVA las ayudas públicas que recibieron en la anterior crisis para que se planteen las cifras de los ERE que prevén poner en marcha.
Primero fue Montero, luego Calviño y ahora Escrivá. El Gobierno planta cara a la banca después de conocerse que entre Caixabank y BBVA planean despedir a más de 11.000 trabajadores en los próximos meses.
Aunque el caso de Caixabank es curioso, pues la reestructuración se produce después de que la entidad se haya fusionado con Bankia, una entidad que fue rescatada en 2012 y que al ser absorbida ha situado al Gobierno como el segundo mayor accionista con el 16,1% del capital.
Escrivá ha sido preguntado este jueves durante una rueda de prensa sobre los despidos que se han conocido en estos dos últimos días y en su respuesta ha invitado a reflexionar a los dirigentes de las instituciones financieras sobre “hasta qué punto se ha protegido al sector para evitar males mayores”.
En concreto, ha hecho alusión a la crisis financiera donde la banca tuvo “ayudas muy importantes, algunas pendientes” para que las tengan en cuenta a la hora de hacer ajustes de personal.
El ministro ha especificado que las ayudas públicas no solo sirvieron para limpiar sus balances, también para mantener la solvencia del sistema. Incluso ha destacado la absorción de deuda por parte Estado de la Sareb.
Al tiempo que ha deseado que estos ERE sean los últimos que se produzcan en base al modelo antiguo. Pues, en su opinión, las empresas deben dar paso a mecanismos de flexibilidad interna a la hora de abordar este tipo de situaciones, tal y como está contemplado en el Plan de Recuperación.
De Montero a Escrivá, el ataque del Gobierno
José Luis Escrivá ha dicho estar muy alineado con la opinión de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, que precisamente este miércoles comentaba que ha compartido su “preocupación” con Caixabank y con el Banco de España después de conocer las cifras del ERE que quiere llevar a cabo la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri.
En declaraciones en el Congreso, la ministra de Economía pidió a los bancos “responsabilidad” para buscar todas las alternativas que minimicen el impacto negativo sobre el empleo de las fusiones. Y calificó como «inaceptables» los altos sueldos y los bonus pagados a directivos de entidades financieras porque se trata de remuneraciones “que no se corresponden con la situación económica del país y aun menos en entidades que anuncian fuertes recortes de personal y cierres de oficinas”.
La destrucción de empleo en el sector supone destrucción de valor y pérdida de capital humano para España “que no podemos permitirnos”, añadía. Economía seguirá marcando “claramente” una línea para que se minimice el impacto negativo sobre el empleo durante el periodo de negociación.
Un día antes, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aseguró que si en el sector financiero no se hubieran producido fusiones se estaría hablando de un volumen de bajas “muy superior”.
Montero indicó que el ajuste de empleo y oficinas de Caixabank “es cuantioso e importante, pero podría ser muy superior si cada entidad hubiese hecho reestructuración por su lado”. Pese a ello, comentó que el Gobierno “siempre lamenta que se produzcan despidos” cuando hay crisis económicas y financieras.
Y por esta razón trabajan “en mecanismos que permitan sostener el empleo de personas con mayor dificultades financieras”. Solo de esta manera se evitarán “cifras inasumibles de desempleo” como ocurrió en la crisis de 2008.
La ministra insistió en que para el Ejecutivo “siempre es una mala noticia” que en cualquier empresa financiera se produzcan este tipo de decisiones. Y en la medida que puedan influir van a “minimizar” cualquier pérdida de empleo que se produzca en el tejido productivo español.
Asimismo, aclaró que no todos los procesos de reestructuración del sector bancario tienen que ver con la pandemia, algunos son previos y estaban pendientes de completar. También, que la fusión ha permitido a la empresa ganar en eficiencia y capilaridad en España para mantener las oficinas importantes e incorporarse a un sistema de digitalización.
Paralelamente defendió que es “imprescindible” que en España se complete el proceso de reestructuración para tener entidades fuertes en el contexto internacional y que nuestros bancos jueguen un papel fundamental dentro del tejido productivo.
Los sindicatos quieren que el Gobierno impida este «atraco»
Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, también han mostrado «su absoluto rechazo» a las cifras de los ERE que han planteado el primer y tercer banco más grande de España.
Caixabank ha propuesto la salida de 8.300 trabajadores , se trata del mayor ERE del sistema financiero español, por ello Álvarez, ha hecho un llamamiento al Gobierno -propietario del 16,1%- a quien ha pedido que impida que se cometa «un atraco de estas características».
Sordo ha comentado que estos ajustes son «una vergüenza» y no contarán con apoyo sindical, pues entienden que el sistema financiero esté en un momento «complicado» pero «no puede haber despidos en estos términos».