Escasa y lenta: así es la red de cargadores para el coche eléctrico en España
El 90% de los puntos de carga del país no superan los 22 kw de potencia. En Europa, solo Italia y Hungría tienen una red inferior de cargadores rápidos
La electrificación del automóvil en España va con retraso. El país está en el pelotón de cola de Europa tanto en vehículos limpios como en puntos de carga. Y el sector advierte que la distancia con los puestos delanteros es cada vez mayor. Mientras el Gobierno trata de incentivar la compra de coches de cero emisiones, la industria alerta de un peligro en la red de cargadores: la mayor parte de los puntos, tanto los ya instalados como los nuevos, son de carga lenta.
La patronal de fabricantes Anfac hizo público este miércoles el Barómetro de Electromovilidad del primer trimestre de 2021. El informe vuelve a dejar en mal lugar a España. Solamente Hungría y República Checa están por detrás en términos generales. Italia, prácticamente a la par en la mayoría de los indicadores, también está peor situada en el análisis de la infraestructura de carga.
Según los datos del documento, en España había 11.517 puntos de carga de acceso público al cierre del mes de marzo. Durante la presentación del consorcio para la creación de una fábrica de baterías, el presidente de Seat, Wayne Griffiths, pidió que la cifra ascendiera a los 28.000 a finales de 2021 para poner en marcha sus planes de producir coches eléctricos en la fábrica de Martorell (Barcelona).
Pero la escasez no es el único problema de la red de carga del país. El 88,7% de los puntos no superan los 22 kW. Es decir, son de carga lenta. “Este es un punto crítico para el despliegue del vehículo eléctrico como vehículo de todo uso frente a la percepción actual de utilización de éste como segundo o tercer coche para zonas muy urbanas”, lamenta la patronal.
Con la potencia limitada a un máximo de 22 kW, llenar el depósito supone una espera de entre 19 horas y tres horas.
El 83% de los nuevos cargadores en España son de velocidad lenta
Además, los nuevos puntos instalados no corrigen la tendencia acumulada. “La infraestructura de recarga avanza de manera favorable, pero el crecimiento se produce en niveles de carga lenta: el 83% de los nuevos cargadores tienen una potencia inferior a 22 k””, añade la organización empresarial.
En el otro lado de la balanza, solo hay 60 puntos de carga en España con una potencia superior a los 250 kW, con un tiempo de recarga que oscila entre los 10 y los 15 minutos. «Las dificultades administrativas asociadas al desarrollo de estos proyectos son una de las barreras más importantes en la actualidad que tiene paralizados muchos proyectos», advierte Anfac.
Carreteras sin puntos de carga
De este modo, la patronal lamenta la imposibilidad de realizar viajes largos con un vehículo limpio debido a la lentitud para cargar la batería. Existen hasta 53 tramos de más de 100 kilómetros en las vías más utilizadas del país sin ninguna estación de una potencia de 250 kW. Traducido: de los 7.300 kilómetros representados en el mapa, casi 5.300 kilómetros no tienen el servicio.
Aunque no queda reflejado en el informe de la patronal, España también tiene deberes con la producción de eléctricos en su red de plantas. Solamente PSA –ahora Stellantis— en sus centros de Vigo, Madrid y Figueruelas (Zaragoza) apuesta definidamente por el país a la hora de ensamblar vehículos limpios. El resto de grandes marcas se conforma con elaborar automóviles híbridos.
En 2020, las fábricas españolas solamente sacaron a la carretera 55.992 unidades eléctricas, apenas el 2,47% de los 2,2 millones de coches que ensamblaron. Al sumar híbridos y de gas natural, la cifra asciende hasta 159.317 vehículos, el 7,02%.