Eritja refrendó las cuentas que han echado a Fraile
La actual presidenta de la CCC miró hacia otro lado mientras la gestión de Fraile hundía la patronal en la quiebra técnica. Eritja fue vicepresidenta desde 2008
La Confederació de Comerç de Catalunya (CCC) ha tenido que perder dinero durante seis años consecutivos y generar un agujero de 2,6 millones para que sus órganos de gobierno reaccionaran. Al menos desde 2008, sus responsables han mirado hacia otro lado mientras el secretario general destituido, Miguel Ángel Fraile, gestionaba la patronal.
Hasta ahora, y a pesar de que lleva años en el consejo como vicepresidenta, ni siquiera la actual máxima responable de la institución, Maria Rosa Eritja, había pedido explicaciones mientras Fraile presentaba pérdidas año tras año y las auditorías avisaban del agujero que se estaba generando.
Como puede verse en este enlace, la auditoría de 2014 –a la que ha tenido acceso Economía Digital— alertaba de la situación patrimonial negativa de la CCC. Como empresarios, se presupone que sus socios podrían haber advertido de que se trataba de una situación grave, ya que ponía a la entidad en riesgo de disolución.
Fuentes cercanas a la ejecutiva de la Confederació han explicado que la confianza hacia Fraile era tal que nadie le pedía, ni siquiera Eritja, cuentas de los cierres de ejercicios. El ex gerente hacía un resumen general y, «si nadie decía nada, como solía pasar», se daba el año por «cerrado».
Fraile creó el relato de que todo iba bien con el voto a favor de los mismos dirigentes que propiciaron su cese la semana pasada. «Nadie se molestó en controlarlo», apuntan.
La presidenta, en fuera de juego
Eritja, presidenta desde hace un año, ha tomado las riendas tras destituir a Fraile por «pérdida de confianza». Algo que hizo después de encargar una auditoría externa para conocer el estado de las cuentas.
Pero durante todos los ejercicios en pérdidas –desde 2010 hacia delante–, esta comerciante de Lleida era vicepresidenta de la CCC y tampoco vio pasar la precaria situación de la patronal ante sus ojos. De hecho, Eritja era afín a Fraile, según han explicado a Economía Digital fuentes cercanas a ella.
Durante años fue la número dos de Pere Llorens, histórico presidente de los comerciantes catalanes, y cuando éste murió, el ya ex secretario general apostó por ella como sustituta de Llorens, creyendo que é iba a continuar con la misma libertad de movimientos dentro de la organización.
Sin embargo, cuando la nueva presidenta entró a fondo en las cuentas y vio la realidad, cambió de parecer y puso a Fraile en la picota para salvar la organización y a su ejecutiva, empezando por ella misma, según el relato de diferentes fuentes.
El preconcurso, a punto
Precisamente el comité ejecutivo se ha vuelto a reunir este lunes por la tarde para analizar la situación y los siguientes pasos a dar. Según ha podido saber este medio, la Confederació de Comerç ya tiene preparada la documentación para presentar preconcurso de acreedores, aunque no han precisado si ya se ha presentado o no.
El concurso sería un primer paso para reestructurar su deuda, conseguir una quita e intentar salvar los muebles de una organización que algunos dan ya por muerta. De hecho, está vaciando las delegaciones y ya sólo tiene a una decena de trabajadores, que llevan al menos tres meses sin cobrar.