Enel obtiene dividendos el 82% de lo que le costó Endesa
La compañía italiana Enel, propietaria del 70% de Endesa, habrá cubierto en dos años 32.000 de los 39.000 millones de euros que invirtió por la energética
Poco más de una década es el tiempo que le ha costado a Enel exprimir Endesa al completo. Las cifras apuntan a que cuando la compañía italiana, máximo accionista con el control del 70% de la energética, complete su plan estratégico 2018-2020, habrá recuperado el 82% de lo que invirtió en 2007.
En concreto, la firma italiana, que a su vez está controlada por el gobierno del país, habrá ingresado al finalizar este año 26.000 millones de euros gracias a su política de superdividendos, en la que reparte a los accionistas –principalmente a sí misma– todo el beneficio obtenido en cada ejercicio.
A esta cantidad habrá que sumar 3.200 millones más previstos durante los dos años que quedan del plan estratégico. Endesa prevé mejorar beneficios y mantendrá la misma política de no dejar nada de dinero para nuevas inversiones.
La jugada maestra de los ‘superdividendos’: reparto de todo el beneficio de una empresa para beneficiar al máximo accionista, Enel (70%)
Llegados a este punto, Enel ya habrá recuperado –sin contar operaciones ligadas a ventas estratégicas– más de 32.000 millones de los 39.000 que invirtió hace once años, cuando se convirtió en máximo accionista.
Este reparto se ha realizado a costa de la rentabilidad de Endesa. Durante los primeros tres meses de 2018, la compañía presidida por Borja Prado disparó su deuda hasta los 6.047 millones de euros –aproximadamente 1,6 veces su ebitda–, un 21% más respecto al mismo periodo del año anterior.
¿Está la venta cada vez más cerca?
Enel ha ido reduciendo a Endesa a la mínima expresión. Ha traspasado parte del negocio más rentable –como la división de renovables– a su matriz y ha dejado a la operadora desamparada en un mercado energético en el que casi no hay márgenes. Como prueba, los últimos resultados trimestrales, en el que la facturación cayó un 1%.
Esta idea cada vez gana más fuerza, sobre todo, dentro de la propia empresa. Los trabajadores se manifestaron hace menos de dos meses ante la embajada de Italia en Madrid para protestar por lo que consideran “el vaciamiento” que el gobierno italiano está llevando a cabo sobre Endesa.
El ministro de Energía acusa a Enel de no invertir en Endesa
La desigualdad tampoco ha pasado inadvertida para el ministro Álvaro Nadal, que acusó a la compañía italiana de no invertir en Endesa. El titular de la cartera de Energía aseguró que Enel realizaba un trato de favor “a los ciudadanos italianos a costa del consumidor español y de los trabajadores españoles”.
Este escenario ha llevado a colgar el cartel de se vende sobre Endesa en varias ocasiones. Pero su precio, ligado a la cotización, es el principal escollo. Actualmente tiene un valor cercano a los 20.000 millones, lo que ahuyenta a posibles interesados y lleva a los analistas a considerar que la acción está cara.