Enel arrastra a Endesa a un retroceso en la calificación de su deuda
La agencia de riesgo Fitch ha rebajado la calidad crediticia de la compañía energética hasta el nivel BBB+, el equivalente a un aprobado alto
Endesa ha dado un paso atrás en los niveles de calificación de su deuda, arrastrada por la situación del grupo italiano Enel que controla el 70% de su capital. La agencia de medición de riesgo Fitch ha rebajado su nota desde el A- hasta el nivel BBB+, el equivalente a un aprobado alto, en un contexto marcado por la transición ecológica.
La principal causa de este retroceso es el efecto en cadena provocado por Enel. El gigante italiano ha protagonizado también una pérdida en su nivel crediticio, ante la previsión que va a incrementar sus niveles de apalancamiento a medio plazo como consecuencia de su intenso plan de inversiones en energía renovable.
Los evaluadores han explicado que el «control total» que ejerce el grupo italiano sobre su filial en España obliga a trasladar su enfoque de calificación debido a su influencia y al impacto en la financiación. «Bajo este enfoque, cualquier cambio en la calificación de Enel se refleja en el IDR de Endesa», han relatado.
Fitch ha tenido en cuenta el plan de inversiones de Enel para llevar a cabo la transición energética que implicará un desembolso de 45.000 millones de euros hasta el año 2024, lo que representa un 12% por encima de su anterior objetivo estratégico. El 90% del dinero se destilará a levantar nuevas redes de energía verde.
Enel arrastra la caída de su negocio en Latinoamérica
Paralelamente, Enel ha revisado a la baja sus expectativas económicas para los dos próximos ejercicios en el mercado de Latinoamérica, donde espera que su ebitda caiga entre un 3% y un 4%. «La región sigue siendo un área de crecimiento importante para el grupo, especialmente en energías renovables y redes, pero la pandemia y las turbulencias en los mercados financieros y de materias primas han puesto de relieve su mayor exposición a la volatilidad», han remarcado los calificadores.
A pesar de esta pérdida en la calidad crediticia, el calificador no ve con malos ojos la estrategia de inversión en renovables. «Seguimos viendo a Enel como líder en la transición energética y su estrategia como efectiva, con un enfoque en aumentar la integración de sus actividades de generación y suministro», han apuntado.
Los calificadores creen que la compañía está «cómodamente posicionada» en la nueva calificación pero que tiene margen para encajar su volumen de inversiones a medio plazo.
Fitch ha explicado que este fenómeno es parecido al que afronta actualmente Iberdrola que también está instalada en una calificación BBB+ con una perspectiva estable, ya que ambos grupos anticiparon sus planes de transición energética con fuertes desembolsos económicos, ante los cambios que se avecinan en el contexto de la Unión Europea.