Endesa pagará 1.066 millones de dividendo a Enel en 2022 pese a disparar la deuda
La eléctrica incrementó su endeudamiento en más de 2.100 millones en 2020 para remunerar a sus accionistas, entre los que destaca el grupo italiano con el 70%
Endesa entregó el año pasado su récord de dividendos, más de 2.000 millones, pese a venir de un 2020 de caída de los ingresos por la pandemia, a costa de hinchar la deuda. Para este 2021 estaba ya prevista una rebaja de la remuneración a los accionistas, pero la mejora del beneficio respecto a lo previsto repercutirá en un nuevo cheque de cuatro cifras para su matriz, Enel.
La multinacional italiana recibirá 1.066 millones de dividendo de Endesa por los beneficios de 2021, que ascendieron a 1.902 millones. De hecho, ya ha cobrado una parte, unos 371 millones que pagó a cuenta, y recibirá los otros 695 en julio, según comunicó la compañía que preside José Bogas este martes. El dividendo de 2021 quedará finalmente en 1,437 euros por acción, un 11% más de lo previsto.
Endesa anunció hace meses una moderación del dividendo, con una reducción del pay-out, abandonando el 100% habitual y rebajándolo hasta el 80% del beneficio, que el próximo año quedará en un 70%, un porcentaje ya muy alto. El motivo de repartir hasta el último euro de las ganancias entre los accionistas no era otro que premiar a la matriz, Enel, propietaria del 70,1% de la eléctrica española.
Pero el último coletazo de este más que generoso dividendo del 100%, los más de 2.000 millones abonados por el resultado de 2020, abrió una brecha en el balance de la empresa que preside Juan Sánchez-Calero. Para pagarlo, tuvo que incrementar su deuda financiera neta en casi 2.000 millones, hasta los 8.806 millones.
Endesa reconoce en el comunicado de resultados que este aumento de la deuda “se debe fundamentalmente al pago de mayores dividendos y al incremento en la cifra de inversión”. Pero ambos factores no tienen el mismo peso, pues 2.141 millones del sobrendeudamiento de 2021 fueron para pagar dividendos.
Casi exactamente la misma cifra, 2.147 millones, se dedicó a nuevas inversiones (Capex), pero ese dinero salió del flujo de caja generado por la compañía. Sea como fuere, la alta exigencia de dividendos y las inversiones han empeorado las ratios financieras de Endesa, si bien se mantienen en niveles aceptables.
La deuda respecto al ebitda subió de 1,8 a 2,1 veces. Además, el flujo de caja bajó del 43% al 30% del endeudamiento. Eso sí, Endesa puede presumir de que ha rebajado el coste de sus créditos e instrumentos financieros, del 1,7% al 1,5%. Ahora bien, este 2022 se le presenta exigente, pues tiene vencimientos de deuda por 3.200 millones de euros, mayoritariamente pagarés.
El 2021 de Endesa, de la pérdida de clientes a los recortes
El pasado 2021 fue un año marcado por los récords del precio de la luz, cuyo precio en el mercado mayorista llegó a rozar los 300 euros el Mw/h –en enero lo superó–, algo insólito pues hasta 2021 no había llegado a 100. Las compañías eléctricas aseguraron que les perjudicaba pero han presentado mejoras del negocio, como Endesa, que facturó 20.899 millones en 2021, un 22,6% más.
Endesa recortó sus gastos en 109 millones en 2021 y adelgazó su plantilla en 333 personas
Detrás de este incremento está el crecimiento en renovables, pues los negocios tradicionales están estancados. De hecho, perdió clientes en 2021: 169.000 de electricidad, hasta los 10,25 millones, que no pudo compensar con los 11.000 que ganó en gas. Pese el incremente de ingresos, la filial de Enel ganó un 10,8% menos por el deterioro de activos financieros.
Y podría haber sido peor, pues ajustó los costes fijos un 6% y recortó 109 millones. El tijeretazo se notó sobre todo en los costes de personal, que pasaron de 947 a 918 millones. Y es que Endesa terminó 2021 con 9.258 empleados, 333 menos que 2020.