Endesa sufre la guerra comercial planteada por Iberdrola, Repsol y las pequeñas eléctricas
La eléctrica azul ha tenido una pérdida neta de clientes en el Q1 de 2023 en el negocio de la luz
Endesa tendrá que apretar los dientes, y de hecho ya ha lanzado una importante batería de promociones. Y es que la eléctrica azul ha tenido un gran primer trimestre a nivel financiero, con un beneficio que ha crecido casi un 80% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, pero la captación de clientes se ha visto mermada. De hecho, el saldo neto en el negocio eléctrico ha sido negativo.
En concreto, según el informe financiero trimestral que ha presentado la compañía dirigida por José Bogas, Endesa ha tenido una reducción del 0,1% dentro del negocio eléctrico en el primer trimestre del año con respecto a los último tres meses de 2022. Esto supone una caída de 15.000 usuarios de saldo neto.
Es decir, que en la diferencia entre los clientes captados, y los que ha perdido, se arroja esa cifra. Es importante señalar esto porque escenifica la ‘guerra comercial’ que se está librando en estos momentos. Una situación similar a la que lleva viviendo el sector de las telecomunicaciones desde hace años.
Esta pelea se ve reflejada en los grandes volúmenes de clientes que mueven las cuatro principales eléctricas (Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol). En concreto, la energética azul, cierra el Q1 de 2023 con 10,5 millones de clientes. Por lo tanto, la rotación de usuarios -teniendo en cuenta el ‘churn’ propio de cada compañía- que han entrado y salido es el reflejo de una competencia muy dura con las demás compañías.
Lo mismo sucede con el negocio del gas. En este caso hay un aumento del 0,4%, que se escenifica en 8.000 nuevas altas, que también reflejan la alta competencia en este segmento, donde Naturgy ha sabido captar y, sobre todo, retener su propia cartera de clientes.
La presión para Endesa
En este escenario no faltan rivales para Endesa que, hasta no hace mucho, era la líder del mercado. Por eso mismo, y por lógica de mercado, lo normal es que quien tiene más usuarios se vea atacado por el resto de compañías.
En este sentido, Iberdrola, como gran gigante del sector, se ha convertido en una máquina de ejecutar altas netas. La potencia del marketing ayuda. Por su parte, Repsol también se ha mostrado como uno de los huesos del sector a la hora de competir en la captación. Así, tal y como avanzó ECONOMÍA DIGITAL hace unas semanas, la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz dio un nuevo golpe a esta ‘guerra comercial’ y bajó más los precios.
La capacidad que tienen las energéticas que no son productoras de energía para ‘tirar’ las tarifas viene determinada, precisamente, por el coste de la electricidad mayorista. En este sentido, Repsol se ha beneficiado de ello. Pero no ha sido la única. Las comercializadoras de tamaño medio, que han tenido un 2021 y 2022 complicado por esos costes mayoristas, pueden volver a ofrecer grandes promociones para captar clientes al pagar menos por la energía que revenden a sus usuarios.
Y ese es el escenario que preocupa a Endesa en el apartado residencial. Pese a que la energética azul también se ha visto beneficiada por la bajada de costes mayoristas, por ejemplo en el negocio del gas, en lo que respecta a la electricidad iguala un poco a los demás competidores, y eso supone mayor dureza para traer nuevos abonados.
Unos resultados buenos
Pese a todo, o precisamente por ello, el comportamiento de Endesa en este Q1 de 2023 ha sido sobresaliente. En concreto, la energética obtuvo un beneficio neto de 594 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa un incremento del 75,7% con respecto a los 338 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior.
Los ingresos de la eléctrica en el periodo de enero a marzo ascendieron a 7.504 millones de euros, un 1,2% inferiores a las obtenidas en el primer trimestre de 2022. El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó a cierre de marzo en los 1.462 millones de euros, un 60% superior al mismo periodo del año pasado.
La compañía indicó que el buen comportamiento de sus negocios de generación convencional y renovable respecto al arranque de 2022 y la normalización del negocio de comercialización de electricidad y gas le permitieron, además, amortiguar el impacto del impuesto del 1,2% sobre los ingresos impuesto por el Gobierno a las energéticas -recurrido por la empresa-, que ha supuesto el reconocimiento de 208 millones de euros para Endesa en sus cuentas, lo que eleva su tasa fiscal efectiva en el trimestre al 31%.