Endesa engorda su deuda para enriquecer a Enel
La eléctrica controlada por la italiana Enel recibe 1.470 millones en dividendos a costa de aumentar la deuda
Los resultados trimestrales de Endesa revelaron mucho más que un aumento de sus ingresos y de su beneficio durante los primeros nueve meses del año. Las cuentas enviadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores afloran que la italiana Enel, propietaria del 70% de la energética, sigue enriqueciéndose a base de dividendos, aunque esto suponga un aumento de la deuda de la compañía dirigida por Borja Prado. De acuerdo a la información que se ha trasladado al supervisor, Endesa aumentó su deuda financiera neta en 1.665 millones, hasta los 6.640 millones, un 33,2% más que al cierre del pasado año.
La propia compañía explica “para analizar la evolución de la deuda financiera neta en el periodo enero-septiembre de 2018 hay que tener en cuenta que durante este periodo Endesa ha pagado a sus accionistas dividendos por un importe de 1,382 euros brutos por acción, lo que ha supuesto un desembolso de 1.463 millones de euros”.
Este pago se realizó durante este año en dos fases. Primero fue el dividendo a cuenta aprobado el 21 de noviembre de 2017 y pagado el 2 de enero de este año. Tuvo un impacto de 741 millones (0,70 euros por acción). El segundo fue el dividendo complementario, aprobado el 23 de abril de 2018, en la propia junta de accionistas. Esta retribución se pagó el 2 de julio y tuvo un impacto de 722 millones (0,682 euros por acción).
La fórmula no es nueva. Las cifras apuntan a que cuando Enel, máximo accionista de la energética, complete su plan estratégico 2018-2020, habrá recuperado el 82% de lo que invirtió en 2007. En concreto, la compañía italiana, que a su vez está controlada por el gobierno del país, habrá ingresado al finalizar este año 26.000 millones de euros gracias a su política de superdividendos, en la que reparte a los accionistas –principalmente a sí misma– todo el beneficio obtenido en cada ejercicio.
Endesa gana un 10% más hasta septiembre
Al margen de su endeudamiento, Endesa ha presentado unos buenos resultados respecto a los primeros nueve meses del año. El beneficio neto de 1.193 millones de euros correspondiente a los nueve primeros meses de 2018, un 10% más que los 1.085 millones ganados en el mismo periodo del año anterior.
La compañía defendió su resultado al impulsar su negocio en el mercado liberalizado, la estable evolución del mercado regulado y la recuperación del margen del negocio de gas. Por ello, los ingresos trimestrales subieron un 3,6%, hasta 15.353 millones de euros, mientras que el margen de contribución aumentó el 6,6%, hasta los 4.271 millones de euros.
Además, el Resultado Bruto de Explotación mejoró un 9,5%, hasta 2.791 millones de euros. Los motivos esgrimidos por Endesa son “la disminución en el coste de las compras de energía” y la de “los consumos de combustible” por la menor producción térmica y nuclear del periodo.
Ello ha empujado a la compañía a asegurar que cumplirá con sus objetivos, en los que se prevé que el ebitda del ejercicio sea de 3.400 millones de euros al cierre del ejercicio.
A este respecto, su consejero delegado, José Bogas, ha destacado la gestión realizada en un entorno «complejo» y «cambiante», así como el incremento del 37% de las inversiones en nueva capacidad renovable hasta septiembre.