Endesa se hace con el megacontrato eléctrico de Aena por 334M
Iberdrola -con un lote muy pequeño- y Acciona Energía también han peleado por este contrato que tendrá procedencia 100% renovable
Tres de los principales productores de energía en España como son Endesa, Iberdrola y Acciona Energía han pujado por el contrato eléctrico de Aena. Finalmente, la compañía dirigida por José Bogas se ha hecho con el grueso de la licitación por un importe de 334 M€.
Mientras, la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán se ha hecho con el lote de electricidad de baja tensión por valor de 1,4 M€. Asimismo, Acciona Energía, que concurría a los principales lotes, ha terminado sin ningún tipo de opción.
El contrato, cuyo montante final es de 336 M€, tendrá una vigencia de cinco año. El objetivo, tal y como explican desde Aena, es realizar las gestiones relacionadas con la compra de la energía con certificados de origen 100% renovable para los aeropuertos, así como la gestión de la producción de las plantas fotovoltaicas en régimen de autoconsumo que, gradualmente, vayan incorporándose a la red de aeropuertos.
Los puntos de suministro eléctrico han sido agrupados en 7 lotes para su adjudicación en función de su ubicación geográfica. Endesa abastecerá a los centros agrupados en 5 lotes, mientras que Iberdrola suministrará electricidad a las instalaciones de baja tensión.
Por otra parte, se desestima la oferta a precio fijo a cinco años del lote del Aeropuerto Internacional Región de Murcia por no ser competitiva y se volverá a licitar únicamente este aeropuerto.
El contrato de Aena con polémica
Este contrato de Aena, tal y como publicó ECONOMÍA DIGITAL, no está exento de polémica debido a la singularidad de tener que realizar contratos a media plazo en vez de a largo plazo bajo la modalidad de PPA. Una forma que consigue rebajar de forma sensible las facturas.
En concreto, el periodo máximo para la oferta de contratos públicos es de cuatro años más posibles prórrogas -como ha sido este caso-. Esto supone que algunos de los grandes consumidores eléctricos públicos, como son Adif o en este caso Aena, no puedan firmar PPA a largo plazo (10-15 años) con empresas energéticas o productores de energía. Esta situación provoca un encarecimiento que puede llegar a ser del 20% al 30% -depende de cómo se negocie-, según ha podido confirmar ECONOMÍA DIGITAL con diversas fuentes.
Y es que, no solo hay problema de precios, sino que la tipología de contratación provoca que muchas empresas se queden fuera de estos concursos. Pero poniendo el foco en la propia tipología de contratos, ¿por qué un PPA siempre sería más ventajoso? Expertos del sector explican que «se genera un menor precio porque se crea confianza [al ser a largo plazo] para prestar el dinero, y al conseguir eso se puede bajar el precio puesto que genera un beneficio recurrente para el productor, dado que se trata de un negocio financiero».
Junto a todos esto, además, las fuentes consultadas recuerdan que otro de los problemas tiene que ver con las garantías de origen. Es decir, al no ser un PPA físico, donde la energía consumida es renovable, se deben incluir en los contratos estos ‘sellos verdes’ que garantizan una electricidad descarbonizada. El problema, también, es que tienen costes variables -ahora en aumento- que, por contra, en un contrato a largo plazo se pueden fijar.
Aena se hace ‘verde’
La compra de electricidad 100% con garantía de origen renovable y la puesta en marcha de manera progresiva de las nuevas instalaciones fotovoltaicas en varios aeropuertos de la red, permitirá a Aena, por un lado, obtener sus propias garantías de origen renovable, acreditadas por la comercializadora y, por otro lado, reducir el elevado gasto en electricidad de la compañía, derivado del incremento del precio de la energía eléctrica en los últimos años.
Esta energía eléctrica sostenible no solo es consumida por las actividades propias de las terminales de aeropuertos, sino que también se suministra, a través de la red de distribución propia de Aena, a todas las empresas aeroportuarias que tienen actividad en los aeropuertos.