El presidente de Enagás, Antonio Llardén. Imagen: EFE/Javier Liaño/aa

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La mayoría de empresas cuentan pérdidas este 2020. No es el caso de Enagás, que logra no solo ganar dinero sino incrementar beneficios. Eso sí, no lo hace gracias a la salud de su negocio –eso sí, menos sensible a la crisis que otros– sino, sobre todo, al recorte de gastos.

Enagás cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 348,9 millones de euros, un 4,7% más que entre enero y septiembre de 2019. La compañía que controla la infraestructura de transporte de gas en España explica este resultado por “el esfuerzo en el control de gastos operativos y financieros” y por 18,4 millones de beneficios por las diferencias de tipos de cambio.

La cotizada que preside Antonio Llardén destaca que los resultados van en la línea de lo previsto pese a la crisis del coronavirus, por lo que mantiene tanto su estimación de ganancias para el conjunto de 2020 como el dividendo de 1,68 euros por acción. Esto es un 5% más, en línea con el compromiso con los accionistas para 2026, que también se mantiene invariable.

Enagás ingresó hasta septiembre 831 millones de euros, un 4,8% menos. Se trata de una reducción pequeña si se compara con sectores como el turístico, la restauración o parte del comercio, muy afectado por las restricciones ante la pandemia. El energético, en cambio, ha sufrido mucho menos, sobre todo el mayorista.

Enagás recorta gastos pese a contratar a 52 personas durante la pandemia

Para hacer frente a este recorte, la empresa semipública que gestiona el transporte de gas por España redujo los gastos de explotación un 4%, hasta los 221,6 millones, pese a que contrató a más personal. En concreto, a 52 personas desde el inicio de la pandemia. Pese a ello, una menor aportación de las participadas dio como resultado una bajada del 5,2% del ebitda, hasta los 727,4 millones.

El resultado neto, en cambio, fue positivo, por los 18,4 millones que aportaron los tipos de cambio y por 12,3 millones más que tenía pendientes de cobrar de GSP. Ambos ingresos fueron extraordinarios, por lo que no contarán con ellos en los próximos trimestres para cuadrar los resultados.

La deuda de Enagás ha subido en lo que llevamos de 2020 en más de 350 millones de euros, hasta los 4.119 millones. Este incremento y la reducción del ebitda han provocado que la ratio entre deuda neta y ebitda pase de 3,8 a 4,8 veces. A pesar de ello, la compañía remarca que “cuenta con una sólida estructura financiera, con más de un 80% de la deuda a tipo fijo y sin vencimientos significativos hasta 2022”.

Xavier Alegret

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