Enagás usa su alianza con Blackstone para contrarrestar a la CNMC
El grupo presidido por Antonio Llardén refuerza sus resultados gracias a Tallgrass, en el que invierte junto al gigante norteamericano
Enagás inaugura este martes la temporada de presentación de resultados en la bolsa española, presionada por la expectativa de la decisión final sobre la CNMC respecto al marco de las retribuciones del gas. En lo que llevamos de año, lastrada por esta incertidumbre, el grupo presidido por Antonio Llardén se deja en bolsa un 13%, por lo que la presentación de resultados del tercer trimestre, puede ser una buena oportunidad para atraer inversores, según explica Finanzas.com. Su diversificación internacional se convierte en un gancho clave para lograr convencer de que, aunque el escenario en España se complique, la compañía está preparada para aumentar su presencia internacional. Su acuerdo con Blackstone puede ser una de las claves.
Según el consenso de analistas de Bloomberg, el beneficio neto de Enagás en el trimestre alcanzará los 114 millones de euros, lo que supone un incremento del 24% respecto al mismo trimestre de 2018. En el acumulado de los nueve primeros meses del año, el beneficio neto de Enagás llegará a los 332,9 millones de euros, o un 2,2% más que en los nueve primeros meses del año pasado.
Para Ángel Pérez, analista de Renta 4 Banco, la fuerte demanda de gas entre enero y septiembre permitirá que los ingresos ligados precisamente a la demanda compensen la menor base de activos regulados, por lo que no espera ver «estabilidad en los ingresos» de la gasista. En este sentido, los analistas de Banco Sabadell esperan un impacto positivo en el ebitda (beneficio bruto de explotación) en torno a los 20 millones de euros, lo que a su vez también es fruto de la mayor demanda de gas. En el trimestre, el consenso de analistas de Bloomberg estima que Enagás reportará un ebitda de 260 millones, lo que supondrá un incremento del 8,8% respecto al tercer trimestre del año pasado.
El efecto de Tallgrass
Otro factor que también será positivo para el Ebitda, según Pérez, es la aportación de la estadounidense Tallgrass, de la que Enagás es propietaria del 44% junto a un consorcio con el fondo Blackstone y el fondo soberano de Singapur GIC (indirectamente ostenta un 11% del capital). Y también será positiva la participación de Enagás en DESFA (20% del consorcio que a su vez tiene el 66%), el operador griego de la red de transporte de gas natural. Si a estos factores se suman las mayores eficiencias de costes y la nueva normativa contable IFRS 16, que implica unos menores costes, Pérez calcula que el margen ebitda de Enagás mejorará hasta el 86%, frente al 81% reportado en los nueve primeros meses de 2018.
En agosto, Blackstone, a través de la sociedad conjunta que mantiene con la española y el fondo soberano de Singapur, lanzó un oferta sobre el 100 por 100 del capital de Tallgrass. Por el momento, Enagás no ha confirmado si la suscribirá, pero si lo hiciera aumentaría a su exposición y también el peso en resultados de Tallgrass, cuyo apoyo ya se reflejará en las cuentas del tercer trimestre.
La alianza con el gigante americano y con el fondo soberano de Singapur son, además, muy interesantes para la empresa española, porque no se puede descartar que puedan afrontar operaciones de este tipo en otros mercado. Enagás cuenta con la capacidad indusrial y el conocimiento tecnológico, que los fondos no cuentan, pero que gozan de un mayor músculo financiero.
Tensión por Competencia
Además, será claves los comentarios que pueda hacer la compañía respecto a los importantes recortes en remuneración regulada que pueda aprobar la CNMC a partir de 2021. Está por ver si los recortes anunciados antes del verano, que suponen para el sector energético una fuerte rebaja de 5.700 millones de euros, se van a mantener. Para las compañías gasistas, este recorte es del 18%.
No está claro cuando la CNMC podría aprobar las circulares contemplan el recorte, aunque la prensa salmón se especula que podría ser la semana que viene. En todo caso, tras la aprobación, las circulares se tendrían que remitir al Ministerio de Economía, que deberá estudiarlas y remitirlas el Consejo de Estado, que bien podría estar analizándolas hasta dos meses, antes de volver a mandarlas a la CNMC para su aprobación definitiva.