Las empresas apuestan por la gestión del talento para frenar la evolución de la inflación
Un informe de PwC apunta a un incremento salarial para paliar los efectos del contexto económico actual
Las compañías se decantan por la gestión de las personas para adaptarse al nuevo entorno socioeconómico. Esta es una de las conclusiones del informe ‘El impacto de la inflación de la gestión del talento’, elaborado por PwC, a partir de una encuesta realizada a 53 grandes empresas españolas.
La evolución alcista de la inflación en 2022 está tensionando la gestión del talento en las grandes empresas que están viendo cómo se incrementan sus costes salariales en un contexto marcado por la escasez de talento y la falta de perfiles de base tecnológica.
Con este objetivo, el estudio apuesta por aplicar incrementos salariales moderados para 2023 para seguir siendo atractivas en un entorno inflacionista. Así, el 63% de las compañías encuestadas tienen previsto incrementar el salario base de sus profesionales por debajo del 4%, y sólo el 34% espera aplicar subidas medias por encima de esta cifra.
Otras iniciativas
Por otro lado, las empresas están poniendo en marcha una batería de iniciativas que pasan por potenciar las promociones internas (60%), retocar sus paquetes retributivos (57%), reforzar sus planes de formación para impulsar las capacidades de sus empleados en áreas clave (51%) y mejorar las iniciativas relacionadas con el bienestar de los empleados en la compañía (40%).
En materia retributiva, por ejemplo, las compañías están apostando por medidas quirúrgicas: el 37% piensa desarrollar programas específicos para personas con alto potencial, el 29% tiene previsto realizar revisiones salariales puntuales fuera del ciclo normal de la organización y conceder premios especiales basados en el reconocimiento, y el 26% enfocar estos aumentos en sus trabajadores esenciales.
De hecho, en el medio plazo, el 71% de las empresas entrevistadas contemplan cambiar sus estrategias retributivas con actuaciones de fondo y enfocadas, principalmente, a la introducción de nuevos sistemas de incentivos y a la modificación de la arquitectura de puestos.
En relación con las políticas de bienestar y para mejorar la experiencia de sus profesionales, el 60% de las compañías entrevistadas planean incrementar sus inversiones en salud y bienestar, el 57% las medidas de conciliación y flexibilidad, el 43% prevé mejorar los beneficios sociales y el 40% invertir en formación.
El talento, un desafío
El estudio muestra que el 63% de las compañías entrevistadas está buscando perfiles de base tecnológica y el 51% a perfiles cualificados para frenar la rotación no deseada de sus plantillas.
De hecho, cuando se les pregunta a las empresas de la muestra sobre cuáles son los cuatro grandes desafíos a los que se enfrentan en la actualidad, el 66% asegura que la falta de candidatos externos, muy por delante de la negociación salarial (31%) o de la poca agilidad en la contratación (26%). De cara a abordar el déficit de capacidades en sus plantillas, el desarrollo interno del talento y su impulso se imponen a la búsqueda en el mercado laboral, según el 66% de los encuestados.
Pero el tirón de la inflación no sólo está dificultando la gestión del talento, sino que, además, está presionando al alza los costes de personal de las compañías, que están pisando el acelerador de la tecnología para mejorar su productividad y su eficiencia y compensar así el incremento de los precios.
El 66% de las empresas encuestadas en el estudio, por ejemplo, prevén incrementar la automatización de los procesos en sus organizaciones y el 26% reasignar a personas y equipos para ganar en eficiencia.
Finalmente, una inmensa mayoría, más del 75% de la muestra, no se plantea tomar ningún tipo de medida de carácter colectivo en un futuro cercano, pero más del 20% de las organizaciones encuestadas, sí pueden llegar a plantearse distintas medidas si la situación lo requiriera, incluyendo salidas incentivadas, ERTEs, modificación de las condiciones de trabajo y hasta despidos colectivos.
Retos prioritarios
El estudio concluye que los retos prioritarios a los que las empresas debe hacerles frente son la escasez de talento en perfiles tecnológicos y cualificados, la necesidad de transformar el talento interno a través de la formación, desarrollo y compensación y la mejora de la competitividad de las organizaciones.
Como soluciones, PwC plantea repensar y potenciar aquellos elementos no evidentes de la propuesta de valor, diseñar nuevos programas formativos para afrontar los retos de la transformación digital y revisar el modelo organizativo buscando la simplificación de la estructura, la automatización de los procesos y la eliminación de procesos no esenciales, todo ello orientado a la optimización de costes.