Elpidio Silva hace caja: más de 1M de euros de los taxistas
El sector del taxi se ha rebelado contra el que fuera su salvador, a quien reprochan querer lucrarse
Los ánimos del taxi en España con el mediático Elpidio Silva siguen caldeados. El abogado, erigido como el salvador del sector, se enfrenta ahora a parte de sus representados, que depositaron en él toda su confianza y dinero.
De acuerdo a todas las fuentes consultadas, Silva habría hecho mucha caja gracias al taxi. El juez inhabilitado por prevaricación en el caso Blesa se habría asegurado el cobro de más de 1 millón de euros por parte de los taxistas de Madrid, Barcelona y diferentes ciudades de España agrupados bajo la Plataforma Integral del Taxi (PIT), el instrumento creado para defender los intereses del sector.
Es la cifra con la que coinciden diferentes voces, que se apoyan en la nota de encargo que el exmagistrado elaboró para prestar su servicio [consultar aquí] y los 2.000 taxistas —cifra celebrada y comunicada públicamente— que estarían dentro de dicha plataforma.
En este documento se detalla que quienes quieran ser representados por Silva deberán abonar 605 euros, IVA incluido. En ese precio, no obstante, no se incluye «cualquier recurso extraordinario, así como de casación ante el Tribunal Supremo, amparo constitucional o instancias internacionales» ni tampoco los gastos de procurador y de peritaje. A ello hay que sumar todos los gastos derivados de desplazamientos y alojamientos, cuyos pagos deben abonarse cinco días después de realizarse.
La defensa del taxi habría mejorado el estado de las cuentas del bufete del abogado. La sociedad Elpidio Silva Abgogados SLP cerró con pérdidas aproximadas de 104.000 euros en 2017, último año disponible en el Registro Mercantil. El negocio de Silva, siguiendo la documentación consultada, había vivido ese año una reducción considerable, al pasar de facturar 656.433 euros en 2016 a 235.111 euros en el siguiente ejercicio.
Elpidio Silva defiende su trabajo como abogado de los taxistas
El objetivo en común de Silva y el taxi era pelear contra Uber, Cabify y los dueños de las licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) — las que utilizan los coches de las plataformas — en los tribunales, después de demandarles por competencia desleal y por la vía penal.
Economía Digital se puso en contacto durante la tarde del jueves con Elpidio Silva. El abogado, que se encargó de contestar a la polémica ese mismo día a través de una serie de vídeos en su canal de YouTube [consultar aquí], no quiso hablar de las cifras económicas cosechadas gracias a representar al taxi alegando motivos de confidencialidad.
No obstante, defendió su trabajo. Adjuntó un documento notarial en el que se reconoce el éxito de sus negociaciones. «Nunca nadie nos ayudó al nivel que él lo hizo, ni mucho menos fue tan determinante en sus planteamientos», reza el documento
Una polémica prima de éxito
Las cifras que encienden al sector del taxi podrían engordar en los próximos meses. El detonante del enfrentamiento ha sido una polémica prima de éxito que Silva exige ahora a los taxistas de Barcelona integrados en la PIT (aproximadamente unos 1.300, según diversas fuentes) y que podría ascender hasta los 870.000 euros.
El argumento de Silva es que su trabajo ha provocado que Uber, la mayor plataforma tecnológica que trabaja con vehículos de alquiler con conductor (VTC), abandone Barcelona, después de haber forzado a la Generalitat a impulsar un decreto ley que limitara su actividad.
Su propuesta ha terminado poniéndole en contra a buena parte de los taxistas. Uno de ellos es el mediático Tito Álvarez, conocido por ser una de las caras más visibles en la guerra del taxi contra las plataformas tecnológicas.
En una reunión de la PIT celebrada ayer, jueves, a las 19.00h de la tarde, los asistentes decidieron cuál tenía que ser la relación con Silva, que no fue invitado. Álvarez, que estuvo presente en dicha asamblea, transmitió a este medio que la decisión que generó mayor consenso fue aceptar que Silva continuara siendo el abogado, pero al mismo tiempo seguir negándose a pagarle la prima de éxito. «Lo que se decida será de manera conjunta e iremos todos a una», sentencia.