El Tribunal Supremo condiciona la venta de Agbar
Aigües de Barcelona, que podría ser disuelta si el Supremo confirma la sentencia del TSJC, aporta un 35% de los ingresos de Agbar
Los deseos del fondo Amber de presionar a Suez para que venda Agbar chocan contra la futura sentencia del Tribunal Supremo sobre la adjudicación de la gestión del agua a Agbar en 23 municipios barceloneses. El alto tribunal ya debería haber adoptado una postura -se esperaba adoptara una decisión el pasado 30 de octubre-, si bien fuentes consultadas esperan que se demore su difusión pública, ya que el documento del fallo se ha de redactar.
Sin esta decisión judicial, parece complicado que las maniobras de presión que ha estado realizando Amber sobre Suez lleguen a buen puerto. La decisión del Supremo es clave para poder valorar el precio de la hipotética posible desinversión, ya que condiciona de forma importante el valor de Agbar. El fondo activista calcula que la compañía podría valer unos 3.000 millones, pero la pérdida de uno de los contratos más importantes que gestiona, y también una relevante fuente de ingresos, podría alterar de forma importante ese posible precio.
De acuerdo con los últimos resultados presentados al Registro Mercantil, correspondientes al ejercicio 2018, Agbar obtuvo aproximadamente un 35% de sus ingresos de los dividendos cobrados desde la empresa mixta Aigües de Barcelona, cuyo futuro es lo que dirime el Tribunal Supremo. En concreto, Aigües de Barcelona aportó casi 18 de los 51 millones que ingresó Agbar el año pasado.
Una primera sentencia negativa en 2016
En 2016, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) emitió una primera sentencia en la que anulaba la creación de la empresa mixta Aigües de Barcelona. El fallo, recurrido y por tanto en espera desde entonces, denunciaba vicios en el proceso de contratación de la corporación metropolitana que habría otorgado la concesión a Agbar en 2012 del agua en baja.
Posteriormente, en agosto de 2013, la AMB y Agbar crearon una empresa mixta, a la que cada uno de ellos aportó una serie de activos. Por aquel canje, Agbar se quedó con un 85% de la compañía y la AMB con el 15%. Criteria, el brazo inversor de La Caixa, compró después un 15% del capital a Suez, por lo que Agbar ahora controla el 70% de la empresa.
El Ayuntamiento de Barcelona -donde el gobierno de Ada Colau ha planteado en varias ocasiones su deseo de remunicipalizar el servicio de agua- apunta que, en el caso de que Tribunal Supremo refrende la sentencia del TSJC, «se tendrá que disolver la empresa mixta y habrá que definir un nuevo modelo municipal para la gestión del agua que pasaría bien por la gestión directa (remunicipalización), bien por la licitación de la gestión de un concurso público», apunta.
No obstante, el Supremo difícilmente pondrá fin a la pugna legal, especialmente si sentencia la invalidez de la adjudicación. Agbar entiende que, en caso de pérdida de la concesión, tendría derecho a una indemnización por cerca de 1.000 millones. Por el contrario, el Ayuntamiento incluso insiste en que la compañía debería pagarle dinero porque habría cometido fallos a la hora de valorar los activos que aportó al dar vida a la empresa mixta. Un posible nuevo encontronazo, que, probablemente, también tarde años en resolverse en sede judicial.
¿Cuánto vale Aigües de Barcelona?
Al ser una empresa no cotizada, y con el 35% de sus ingresos en juego, dar con una valoración creíble de Agbar en este momento parece complicado. Realizando una aproximación en base a la valor que Criteria otorga en su balance a Aigües de Barcelona, el valor teórico de Agbar sería inferior a los 3.000 millones (ambas empresas son muy diferentes ya que Agbar tiene exposición a Latinoamérica, la estructura de un holding y además existe una alta demanda inversora en perfiles corporativos como el suyo).
Criteria valora su participación en Aigües de Barcelona en 51 millones de euros. Extrapolando ese valor para el conjunto del capital de la compañía, la empresa mixta valdría 340 millones. Considerando el peso en ingresos que tiene dentro de Agbar, el grupo presidido por Ángel Simón estaría valorado, en términos contables, en unos 1.000 millones.