El Supremo inhabilita a Garzón durante 11 años por la escuchas de Gürtel
Las acusaciones particulares exigían para el magistrado hasta 17 años de inhabilitación
El Tribunal Supremo, presidido por el magistrado Joaquín Giménez, ha condenado al juez Baltasar Garzón a 11 años de inhabilitación por autorizar la intervención de las entrevistas que mantuvieron en prisión los cabecillas de la trama de corrupción Gürtel con sus abogados.
Tras conocer la sentencia, Garzón ha abandonado con semblante serio el alto tribunal sin realizar declaraciones. Se trata de la primera causa por la que el juez de la Audiencia Nacional se sentaba el pasado 17 de enero en el banquillo de los acusados por cometer un supuesto delito de prevaricación y otro de uso de artificios de escucha y grabación con violación de las garantías constitucionales.
Durante el juicio, Garzón insistió reiteradamente en su inocencia y en que había garantizado el derecho de defensa de los investigados.
Por su parte, el letrado Ignacio Peláez, defensor del empresario imputado y autor de la querella inicial que dio lugar a este procedimiento, José Luis Ulibarri, pedía una pena de 10 años de inhabilitación para el magistrado Mientras, los abogados de Francisco Correa y Pablo Crespo –presuntos cabecillas de la trama de corrupción–, Antonio Choclán y Pablo Rodríguez Mourullo, aumentaban la pena para Garzón hasta los 17 años.
El magistrado todavía tiene pendientes dos causas en el alto tribunal, una por presunta prevaricación cometida al investigar los crímenes del franquismo sin competencias y otra por unos cobros que habría podido recibir del Santander y otras entidades financieras por organizar unos cursos en la Universidad de Nueva York.