El sobrino del Rey liquida Shanghai Tang, su tienda de Madrid
Juan Gómez-Acebo y su socio Juan Garrigues cerraron la firma de moda de lujo asiático al no obtener la facturación esperada
Hasta hace pocos meses, Juan Gómez-Acebo y Borbón, hijo de doña Pilar de Borbón y sobrino del Rey, tenía la esperanza de que Shanghai Tang, una firma de lujo asiática que gestionaba con su socio Juan Sebastián Garrigues Díaz Llanos, desvelara su buen olfato para los negocios. Pero no fue así. Tras inaugurar la tienda en dos ubicaciones diferentes, el negocio del sobrino del Rey cerró definitivamente hace pocos días.
La idea de traer a España la firma exclusiva sobrevino hace poco más de cuatro años en un viaje a Asia de Juan Garrigues, empresario formado en el seno de la conocida familia de abogados y políticos. Garrigues fue seducido por una de las primeras marcas chinas de alto standing. “Era muy conocida en China y estaba creciendo en todo el mundo. En España, no tenía representación y Garrigues pensó que sería una excelente oportunidad de negocio porque en ese momento –al igual que ahora– no existía ninguna marca de ese tipo destinada a consumidores con altísimo poder adquisitivo”, explica un empresario allegado a la familia.
Con la idea de negocio en la cabeza, Garrigues pensó en su amigo de la infancia Juan Gómez-Acebo. Tardó poco en convencerlo para que lo acompañara en la aventura empresarial de traer a España la marca fundada en Hong Kong en 1994 y que empezó a expandirse a princippios de la década pasada por todo el mundo pero con una velocidad menor a la esperada. En 2007, los amigos de la infancia ya habían decidido asociarse y trabajar de la mano de una empresaria china que se ha encargado de exportar la marca Shanghai Tang, que actualmente dispone de 26 tiendas fuera de China.
Arropado por las ‘celebrities’
Shangai Tang es una firma de ropa para hombre, mujer y niños (además de accesorios y productos del hogar) que fue adquirida por el grupo suizo Richemont, que gestionan otras marcas de lujo como Cartier y Montblanc.
En 2008, el sobrino del Rey y su amigo fueron los anfitriones de una gran fiesta de inauguración: Shanghai Tang presentaba por todo lo alto la apertura en el número 20 de la exclusiva calle de Claudio Coello en Madrid. Al acto de inauguración también asistió la Infanta Pilar de Borbón y numerosos invitados de la jet set madrileña: empresarios, cantantes y famosos que acudieron a apoyar la marca y que terminaron convirtiéndose en compradores.
En julio del año pasado, las ventas, menores de lo esperado, hicieron a los empresarios cambiar de ubicación y apostar por un público con menor poder adquisitivo. Fue entonces cuando decidieron mudarse al centro comercial Village, un complejo con primeras marcas a precios accesibles. “Hicieron la inversión en julio y en diciembre ya estaban anunciando el cierre. Fueron poco pacientes en esperar el retorno de inversión”, explica un allegado de la familia Gómez-Acebo.
Revés en la negociación
Entonces, los empresarios prometieron a los empleados una buena indemnización (por encima de lo que le correspondía por ley) si lograban deshacerse de la mercancía, valorada en unos 200.000 euros. “Las chicas hicieron un cierre impecable, vendieron casi todo pero los empresarios no cumplieron su palabra y pagaron la liquidación tal como marca la ley”, explica la misma fuente. “Ellas comentaron que fue un agravio moral, algo que no se esperaban por la buena relación que mantenían hasta ese momento”, agregan.
Garrigues, que también es dueño de la cadena de restaurantes y panadería Le Pain Quotidien, acaba de cerrar dos establecimientos: uno en Pozuelo y otro en Sol. Ahora intenta corregir la puntería con sus nuevas aperturas en la calle Capitán Haya en Madrid y en Barcelona.