El sector del gran consumo augura que la deriva de Mas perjudicará a las empresas
El 57% del los ejecutivos considera que la política del Govern generará boicots comerciales
Los altos ejecutivos de la industria española del consumo masivo, principalmente alimentación y distribución, consideran que la deriva independentista que ha encabezado recientemente el president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, perjudicará el rumbo de las empresas.
En una encuesta elaborada entre los mil directivos de la asociación de fabricantes y proveedores, Aecoc, asistentes al congreso que se celebró el miércoles y jueves pasado en Barcelona, el 57% de los ejecutivos considera que el giro político del Govern puede tener consecuencias indeseables para los productos y empresas catalanas.
El ejemplo japonés
Entre los consultados, un 18% considera que habrá boicot, pero con efecto mínimo y un 10% prefirió no opinar. Sólo un 6% cree que la situación no generará ningún boicot ni efecto negativo para los productos identificados como catalanes.
“No hablaré de este tema, porque es algo que corresponde a los políticos”, respondió Lluís Bach, presidente y consejero delegado del grupo Orangina Schweppes después de su conferencia. “Aunque pienso que los enfrentamientos políticos pueden causar consecuencias económicas muy graves como las que están viviendo China y Japón estos días”, agregó.
Rescate
Los empresarios y directivos también fueron consultados sobre la conveniencia de que el gobierno de Mariano Rajoy solicite un rescate a Europa. El 58% de los directivos consideran que es imprescindible solicitarlo cuanto antes, frente a un 16% que piensa que el país no lo necesita. Un 26% de los consultados opina que el gobierno debería solicitar la ayuda sólo si la Unión Europea concede mejores condiciones de pago para el país.
Acerca de la conveniencia de bajar precios como estrategia comercial en época de crisis, el 62% de los asistentes está en desacuerdo con esta opción, frente a un 25% que opina que sí es una línea adecuada porque es lo que pide el consumidor. Un 13% cree que es una buena medida para recuperar ventas pero matiza que no debe ser la única.
