El Santander recortó sus préstamos a Prisa en más de un 60% en 2020
La editora de 'El País' desglosa que recibió únicamente 15,8 millones de financiación por parte de su accionista significativo en 2020, en contra de los 46,9 millones recibidos en 2019
El papel de Banco Santander en Prisa siempre se analiza al detalle. La entidad financiera ha sido y sigue siendo para el dueño de El País un importante anunciante, accionista y acreedor, lo que ha llevado su relación con los brazos mediáticos del grupo a estar en el punto de mira.
En el 2020, año en el que Prisa sufrió por la pandemia del coronavirus pero logró cerrar un buen ejercicio por la venta de Santillana y la refinanciación de su deuda, la entidad presidida por Ana Botín rebajó su papel como prestamista de la actividad del grupo.
De acuerdo al informe corporativo consolidado de Prisa, que fue depositado el miércoles ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Banco Santander únicamente otorgó préstamos a sociedades del grupo de educación y medios por valor de aproximadamente 15,8 millones de euros, una cifra muy lejana (-66%) si se compara con la recibida durante el mismo periodo del año anterior (46,9 millones en 2019).
Así, siguiendo la documentación consultada, el Santander financió la actividad del grupo en los negocios de radio, educación e información, tanto para la actividad en España como para filiales extranjeras: Grupo Santillana Educación Global SL, Sociedad Española de Radiodifusión SL (la Cadena SER), Promotora De Informaciones SA, Prisa Activos Educativos SL y Ediciones Santillana (en Argentina).
Al margen de la información depositada ante el regulador, el Santander —junto con el resto de acreedores— volvió a socorrer a Prisa con una nueva refinanciación de su deuda. El grupo cuyo consejero delegado es Manuel Mirat consiguió el pasado 5 de noviembre la adhesión del 100% de las entidades financieras acreedoras de la deuda, que ascendía en aquel momento (antes de la venta de Santillana en España) a 1.148 millones de euros.
2020, el año en el que el Santander perdió influencia en Prisa
La rebaja del papel del Santander como prestamista se produjo el mismo año que también se redujo su papel como accionista. Su bloque histórico en la compañía de medios, en el que había integrado a los inversores mexicanos y a la familia Polanco, había estado enfrentado e imponiéndose al bando que componía Amber Capital, el fondo activista que aterrizó hace años en la compañía y no dejaba de reclamar cambios en el grupo.
Pero el 18 de diciembre, en una junta de accionistas histórica se introdujo a última hora como punto en el orden del día la votación del cese del presidente, Javier Monzón, que se produjo por sorpresa y con un resultado muy ajustado. Monzón, sin lugar a dudas, es un hombre cercano al banco, pues compatibilizaba su presidencia en Prisa con la de Openbank, filial del Santander.
Por si fuera poco, el nuevo presidente, Joseph Oughourlian (Amber Capital), lanzaba un dardo a la entidad desde las propias páginas de El País días después: “Ha tenido muchísimo protagonismo en esta compañía, quizá demasiado para un banco. A mí me gusta que los bancos financien a las empresas y menos que se involucren en la gobernanza de las compañías de medios”, explicó en una entrevista.
La propia Ana Botín hizo referencia al papel del Santander en Prisa meses después. Fue en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados de 2020, donde fue preguntada por su futuro en el capital de la compañía.
La presidenta del banco contestó que “en Prisa hemos hecho nuestra labor como banco, les hemos ayudado, y esperamos recuperar parte de lo invertido. Dependerá de la evolución de la empresa, que pensamos que será positivo”. Las palabras fueron interpretadas como una futura intención de vender su paquete de acciones, dado que el banco está atado de pies y manos con el nuevo equilibrio accionarial.