El Sabadell encara su nuevo plan estratégico con cuentas pendientes del de 2018

Josep Oliu y César González-Bueno presentarán su nuevo plan estratégico ante la comunidad de analistas e inversores este viernes 28 de mayo

El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu. EFE

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El banco que preside Josep Oliu presentará su nuevo plan estratégico ante la comunidad de analistas e inversores este viernes 28 de mayo. Según lo adelantado por el nuevo consejero delegado, César González-Bueno, el objetivo del grupo es crecer en solitario, descartando fusiones nacionales y transfronterizas.

El Banco Sabadell quiere centrarse en España, sobre todo en el segmento de pymes, y por ello reorganizó su estructura el pasado mes de marzo, centrándose ahora en tres grandes unidades de negocio: particulares, empresas y banca corporativa. Pese a ello, el CEO aseguró que “de momento” la filial británica, TSB y México, no se venden.  

La entidad presentó su último plan estratégico en febrero de 2018 en la City de Londres, y desde entonces ha tenido que enfrentarse a muchos retos. Todos ellos han hecho que la mayoría de los objetivos marcados entonces no se hayan cumplido. Grosso modo, el Brexit, el impacto extraordinario de la migración tecnológica de TSB, los tipos de interés negativo y la crisis sanitaria han sido las principales barreras.

Hace tres años, Banc Sabadell se propuso alcanzar un retorno sobre capital tangible (ROTE) del 13% en 2020 (desde el 7,27% que tenían a cierre de 2017) y elevar el ROE por encima del 10% (partiendo del 6%), lo que implicaba registrar un beneficio superior a los 1.400 millones de euros. Esto sería un 80% más de los 800 millones que ganó en 2017.

Sin embargo, el ROTE y el ROE del Sabadell fue del 0,02% a cierre del año pasado. Y el beneficio neto de 2 millones de euros. Unas cifras que estuvieron directamente impactadas por la pandemia del Covid-19, ya que el banco tuvo que provisionar 2.275 millones de euros y contemplar los costes de los planes de reestructuración que puso en marcha en España y Reino Unido.

Pero esto fue solo el colofón final, porque la entidad catalana no cumplió con ninguno de estos ratios financieros ni siquiera antes de que estallara la pandemia. El Banco Sabadell fue en 2016 y 2017 la entidad española que menos rentabilidad ofreció a sus accionistas. Su ROE era entonces de algo más del 7% y disminuyó hasta el 2,6% en 2018. Aunque conseguía elevarlo al 5,94% en 2019, finalmente cerró el 2020 en 0,02%.

El retorno sobre capital tangible (ROTE) pasó del 7,27% que tenían a cierre de 2017, al 3,18% en 2019, para subir al 7,37% en 2019 y caer hasta el 0,02% en 2020. Ambos, muy lejos del objetivo de doble dígito.

Asimismo, Banc Sabadell se propuso bajar su ratio de eficiencia desde 50% hasta el 46,5% en tres años, pero en 2018 se elevó hasta el 58,3% por los gastos extraordinarios de TSB, según justificaron. El mismo bajó 55,63% en 2019 y al 55,41% a cierre del ejercicio 2020. Igual que en los casos anteriores, lejos de lo planeado.

Los resultados tampoco se han acercado a los 1.000 millones de euros, ni si quiera en los años pre pandemia. El grupo ganó 328 millones de euros en 2018 (un 54,2% menos que en un año antes) y 768 millones de euros en 2019. Pero redujo sus ganancias al 99% el pasado 2020, hasta los 2 millones.

El banco se deshace de más de 8.000 millones de activos dudosos

La parte que más ha trabajado el banco es la de reducir los activos problemáticos, una actuación motivada por la presión del Banco Central Europeo para que el sector limpiara sus balances y aumentara su rentabilidad con el propósito de situarla por encima del coste de capital.

Así, el banco presidido por Oliu se propuso deshacerse de más de 6.000 millones en tres años, en concreto, contemplaba una reducción de más de 2.000 millones de activos tóxicos cada ejercicio. Y no solo lo ha logrado, sino que lo ha superado.

A cierre de 2017 tenían 15.318 millones de euros de activos problemáticos según registran sus cuentas y a cierre de 2020, 7.182 millones. El año de mayor limpieza fue el primero del plan, 2018, cuando se deshizo de más de 7.000 millones. Gran parte de la reducción se llevó a cabo con la venta de la práctica totalidad de su exposición inmobiliaria al fondo Cerberus (la entidad traspasó las carteras Challenger y Coliseum) por un importe bruto de 9.100 millones de euros.

Así como los acuerdos con Deutsche Bank (para deshacerse de la cartera Makalu) y con Axactor (cartera Galerna) para vender 3.161 millones de euros brutos de créditos dudosos. Además, el Sabadell cerraba el año vendiendo el 80% de su filial de servicios inmobiliarios Solvia, con una valoración superior a los 300 millones de euros, al grupo sueco Intrum.

En 2019, completó la transmisión del 100% del capital social de su promotora Solvia Desarrollos Inmobiliarios (SDIN) Residencial y un conjunto de activos inmobiliarios a Oaktree por 882 millones. También vendió una cartera de activos tóxicos (Rex) a Cerberus valorada en 342 millones.

Con esa operación terminaba la evacuación y normalización del volumen de activos inmobiliarios problemáticos del grupo. En 2020 se deshizo de las carteras Explorer, Aurora y Higgs, acabando así con el esquema de protección de activos procedente de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Con todas estas ventas lo que si ha conseguido es elevar el ratio de capital, denominado CET1 fully loaded, hasta el 12%, frente al 11% desde el que partía y reducir la tasa de morosidad hasta el 3,6% En lo que va de 2021 ha seguido con su plan de desinversión, pues la entidad ya ha vendido por 59 millones de euros su servicio de renting, Bancsabadell Renting, e incluso ha iniciado conversaciones con MoraBanc para venderle su negocio en Andorra.

La reducción de costes deja un 10% menos de plantilla

El plan estratégico del Sabadell no contemplaba costes de reestructuración, pese a ello el grupo cerraba 2020 con un 10% menos de plantilla y un 16% menos de oficinas que tres años antes.

A cierre de 2020, el Sabadell tenía un total de 2.083 oficinas entre nacionales y extranjeras frente a las 2.473 de 2017. Y 23.458 empelados desde los 25.845 con los que contaba tres ejercicios atrás.  

Además, la entidad provisionó en las cuentas del año pasado 314 millones para cubrir más costes de reestructuración en España, pues pactó con los sindicatos un ajuste de empleo para 1.817 trabajadores el pasado mes de noviembre. Estas salidas se han producido en el primer trimestre de este 2021 mediante prejubilaciones y bajas voluntarias.

El Sabadell indica que el plan de eficiencia tendrá un impacto positivo de 141 millones de euros al año a partir del segundo trimestre del año. Actualmente, la entidad vuelve a negociar unas 500 salidas voluntarias mediante prejubilaciones que no se enmarcan dentro de un plan específico, ni se presentará en el plan estratégico de este viernes. Se trata de salidas pactadas individuales que el banco pacta cada año con los trabajadores con el objetivo de rejuvenecer plantilla.

El Reino Unido también se provisionaron otros 101 millones de euros el año pasado para los ajustes en TSB, que contemplaban el cierre de 164 sucursales y la salida de 900 trabajadores, el objetivo era alcanzar la consecución del plan de reestructuración un año antes de lo previsto y en consecuencia, entrar en break-even este 2021.

Algo que ya han conseguido, pues TSB ganó en el primer trimestre del año 2 millones de euros frente a las pérdidas de 7 millones de un año antes, siendo la primera vez que la filial británica alcanzaba un resultado positivo.

En México, el beneficio entre enero y marzo ha sido cero frente a los 6 millones que ganó hace un año. Y en España el beneficio ha sido de 71 millones frente a los 94 millones del primer trimestre de 2020, lo que supone una caída del 25%. Lo que supone que el Sabadell encara su nuevo plan estratégico aún con cuentas pendientes del anterior.

Durante la presentación de resultados del primer trimestre, González-Bueno adelantó que “estructuralmente el negocio necesita seguir actuando en la parte de costes”. Sin especificar si esto implicará negociar otro tipo de salidas mediante ERE o para un número mayor de trabajadores, aseguró que daría más detalles en la presentación del plan estratégico 2021-2023.

Otra de las dudas del nuevo plan es si saldrá de todos los mercados donde tiene representación, pues además de España, Reino Unido y México, también está presente en Andorra (ahora en proceso de venta), además de Bahamas, Brasil, Cuba, Estados Unidos, Francia, Luxemburgo, Marruecos y Portugal donde cuenta al menos con oficina de representación.

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