El renacer de Hispanosuiza: los Suqué redescubren el coche eléctrico
El icónico fabricante de coches renace para llevar su experiencia en la fórmula E a las carreteras, aunque sólo estará al alcance de unos pocos
La cigüeña de Hispanosuiza llevaba prácticamente 70 años sin alzar el vuelo hasta que en 2019 volvió a abandonar el nido. La icónica marca de la familia Suqué se presentó de nuevo en sociedad en, a priori, un escaparate incomparable: el salón internacional de Ginebra. Entre superdeportivos de lujo, el Hispanosuiza Carmen se bautizó con un pie en el pasado y otro en el futuro.
“Elegancia, lujo, deportividad y última tecnología son los valores que intentamos transmitir”, explica Sergio Martínez, consejero delegado de la marca. Previo pago de 1,5 millones de euros, los clientes podrán tener entre sus manos un eléctrico especial, aunque la lógica dice que saldrá mejor que sus predecesores. “Hace un siglo, la familia Suqué ya presentó el primer eléctrico de España, el coche se paró en su estreno ante la prensa, pero de esa semilla nace este proyecto”, añade.
El éxito tampoco llegó a comienzos de siglo cuando la saga catalana cedió la explotación de la marca a un tercero. “No fue un fracaso”, defiende Martínez. “Lo hubiera sido si Hispanosuiza hubiese muerto, pero tras aquella prueba vimos el camino para lo que ahora tenemos entre manos”, celebra.
Con una inversión de 20 millones de euros y una plantilla de 40 personas, la familia se pone ahora en manos de los ingenieros de QeV Technologies, una tecnológica radicada junto a Montmeló campeona de la fórmula E. «El concepto que queremos transmitir es el de from race to road –de las carreras a la carretera–«, dice.
“Nos han entendido. Por ejemplo: Miquel Suqué también ha participado en el diseño defendiendo que había que tapar las ruedas traseras”, ilustra.
El automóvil va orientado a dos perfiles de clientes: los coleccionistas y ricos procedentes de todo el globo. “Tenemos pedidos de Oriente Medio, Estados Unidos, Australia y hasta de cinco españoles”, desgrana. Hispanosuiza se permite el lujo de escoger a quién venderá Carmen: “Ahora estamos en proceso de due dilligence, queremos evitar que alguien revenda el producto en el futuro al ver el coche como un negocio”.
El cliente tendrá margen para jugar con el diseño final. «Nos hemos reunido con futuribles que pedían tener la parrilla de oro o modificar la cigüeña del lateral», ejemplifica. Eso sí, no hay carta blanca. El equipo técnico de la firma tiene la última palabra para decidir si se adapta a los patrones.
Así es el nuevo Hispanosuiza
El nuevo modelo de Hispano Suiza dispone de dos motores eléctricos de 375 kW, uno en cada rueda trasera, que proporcionan una potencia combinada de más de 1019 CV (750 kW) implementados en colaboración con la también española QeV Technologies, especializada en electromovilidad y empresa que gestiona el equipo técnico de la escudería Mahindra Racing de Formula E.
El paquetes de baterías inicial de Carmen tiene una capacidad de 80 kWh, que se verá ampliada más adelante con una batería de 105 kWh sin incremento del volumen ni del peso para aumentar la autonomía del vehículo, que está previsto supere los 400 kilómetros.
Con esa potencia Carmen, de apenas 1.690 kilogramos, acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 3 segundos. La velocidad máxima estaría limitada a 250 kilómetros por hora.